Si hay un país en el mundo ideal para hacer un roadtrip, sin duda alguna este es Estados Unidos. El cuarto país más grande del planeta, con casi diez millones de kilómetros cuadrados de territorio, ofrece miles de opciones a la hora de planificar un viaje por carretera. Acaso las dos rutas más conocidas, que nosotros mismos recorrimos, sean la Ruta 66 y la Ruta 61. Pero que ello no te haga olvidar que estas no son las únicas carreteras inspiradoras de un gran viaje.

Los estadounidenses son unos grandes amantes de ponerse al volante y razones no les faltan. Los paisajes son tan fascinantes que el propio hecho de conducir ya se convierte en un motivo para viajar en coche y no en tren o avión. Pero además se cuenta con la ventaja de un país profundamente preparado para ello: los moteles se cuentan por miles (muchas veces no necesitarás llevar reserva previa) y abundan los puestos de información turística. Sabemos que USA, viendo la repercusión que tienen nuestros artículos inspirados en él, continua siendo uno de los destinos favoritos de nuestros lectores. Y qué mejor excusa que esa para dedicar un nuevo reportaje a la Interestatal 95, una de las autopistas más transitadas del país y que os llevará a alguno de los rincones más atractivos de la Costa Este.

Más de 3.000 kilómetros que comienzan en el estado de Maine, en la frontera de Canadá, y que acaban en las aguas cálidas de Florida. La I-95 atraviesa nada más y nada menos que catorce estados, cada uno con su propia personalidad y ofreciendo al viajero un sin fin de posibilidades. Nosotros hemos querido hacer una jugosa selección de las paradas que consideramos más interesantes pero no está de más que tú mismo ojees un mapa e introduzcas variaciones, que ya se sabe que para gustos están los colores. No obstante, intentaremos que este itinerario que te proponemos sea lo más completo y variado posible.

Carretera I-95

Vamos a ir de norte a sur aunque evidentemente la I-95 puede recorrerse en el sentido contrario. Pero aconsejándote que vayas en verano, por eso de las temperaturas extremas e intentando evitar que te encuentres tramos cortados por la nieve, nos parece mejor opción que inicies tu viaje en el norte, donde incluso en pleno Agosto necesitarás una chaqueta, y acabes bañándote en las playas de Florida.

Comenzamos por Maine. Un estado que ha popularizado hasta la saciedad Stephen King, quien ha inspirado en Maine la mayor parte de sus novelas y que ha mostrado su faceta solidaria donando millones de dólares a instituciones como hospitales u orfanatos. Son muchos los lectores que han venido a Maine siguiendo las huellas de su escritor favorito, una mente privilegiada que nos ha hecho temblar durante años y años mientras leíamos sus libros en las frías noches de invierno.

Maine

La mayoría de ellos el primer lugar que van a visitar es su casa en la ciudad de Bangor: recuerda que es una propiedad privada, así que sí, tira las fotos que quieras pero nada de molestar. En Bangor también podrás visitar Mount Hope, uno de los cementerios más antiguos del país y que aparecía en la adaptación cinematográfica de «Cementerio de animales» (la casa del mismo libro se encuentra en Orrington), la esquina de las calles Jackson y Union (donde se encuentra la alcantarilla en la que se escondía el payaso de «It», no obstante Bangor sirvió de inspiración para crear la ciudad ficticia de Derry), la Hampden Academy donde Stephen King daba clases de inglés a principios de los años 70 o la infinidad de librerías locales en las que King es el auténtico protagonista y que han hecho de Bangor una de las ciudades de Estados Unidos donde la población lee con más asiduidad. Esa ciudad en la que muchos se vieron reflejados cuando leyeron «Los Tommyknockers».

La popularidad de Stephen King es tan importante para el turismo en Bangor que hasta existen emisoras de radio especializadas en su obra: una de ellas se llama como uno de sus libros, «La Zona Muerta». Saliéndonos de Bangor, llegaremos a Dexter (otra de las ciudades en las que pensó el autor para crear el Derry de «It»), en Flagstaff Lake encontraremos el lago de «Un saco de huesos» y en el pequeño pueblo de Rumford hallaremos el enclave original (tanto del libro como de la serie) de una de las mejores novelas de King: «La Cúpula». Otro pueblo, Woodstock, fue donde se desarrollaron las historias de «Cujo» y «La Zona Muerta».

Si no eres fan de Stephen King, no te preocupes ya que Maine ofrece otras muchas visitas memorables. Desde el Parque Nacional Acadia, donde los bosques se enfrentan a las bravas aguas del océano y la Cadillac Mountain te brindará fantásticas vistas, hasta las mansiones victorianas de Portland, el bonito pueblo marinero de Bar Harbor o la infinidad de faros con los que te toparás en la costa y las cascadas de Gulf Hagas. Y si quieres comer langosta, has elegido el mejor lugar de USA para poder hacerlo.

Nuestro siguiente estado es New Hampshire, otro de los lugares que cubrirá las expectativas de los que vayáis buscando admirables espacios naturales. No nos extraña que la frase favorita de sus habitantes sea «live free or die». Más de un millar de lagos, a cuyas orillas podrás acampar, rememorando esas famosas escenas de las películas de terror, puentes cubiertos (tan típicos de Norteamérica, uno de los más bonitos es el de Albany), parques temáticos ideales para los niños como Story Land o Santa’s Village (este último mejor visitarlo en Navidad), las vistosas carreteras de Kancamagus o Moose Alley o el que se conoce como Stonehenge de América en Salem.

De Massachusetts y Delaware ya os hablamos con detalle en el artículo Estados de USA a los que apenas va el turista extranjero (y por qué deberías ir tú) , (en Massachusetss, más concretamente en Somerville, os recomendamos parar en el Museum of Bad Art), así que vamos a saltárnoslos para irnos hasta Rhode Island. El estado más pequeño del país, al que hay que venir en verano sí o sí ya que sus inviernos son durísimos (se suele bajar de los 20 grados bajo cero). Podemos comenzar nuestra ruta por la pequeña ciudad de Providence, donde podremos dar un paseo en bote en el lago del parque Roger Williams o pasear entre las casas coloniales de Benefit Street’s Mile, y después irnos a la región de Blackstone Valley, la cuna de la revolución industrial americana y donde es posible visitar varias granjas. Además tienes The Breakers, una fabulosa mansión que se puede visitar y que mantiene el más puro estilo Downton Abbey.

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Antes de llegar a Nueva York pasaremos por Connecticut. Allí son muchos los que van a montar en kayak en el estuario de Long Island, van a visitar el Castillo Gillette o la casa de Mark Twain (el creador de «Las aventuras de Tom Sawyer»); si quieres dejar algo de tiempo para el ocio, el parque de Six Flags está considerado uno de los más entretenidos de USA. Nuestra siguiente parada, para la que deberás reservar varios días, nos llevará a Nueva York, de la que te hablamos largo y tendido en el artículo sobre nuestro viaje neoyorkino Viaje a Nueva york, la ciudad de los rascacielos .

Nueva york Estatua Libertad

Justo al lado tenemos Nueva Jersey, famoso por sus outlets (momento propicio para hacer compras) y Atlantic City, conocida como «Las Vegas de la West Coast» ya que hay multitud de casinos. Los fans de Bon Jovi tienen la excusa perfecta para seguir los primeros pasos de la banda en el pueblo de Sayreville, acercarse al Broadway Central Café, del que era asiduo Tico Torres, pasear por Seaside Heights (donde grabaron en aquellos primeros tiempos el vídeo de «In and out of love») o ir a cenar a Umberto, la pizzería favorita de Jon Bon Jovi. Hablando de restaurantes, puedes ir también a The Soul Kitchen, el restaurante solidario que abrió el cantante hace siete años ya. Otro de los lugares más curiosos de Nueva Jersey es el parque de bambú de New Brunswick, que coge cerca de la autopista.

Estamos ya en Pennsylvania. ¿Y cuál es su ciudad más importante? Philadelphia, donde te proponemos hacer el tour de Rocky Balboa (en esta ciudad también se encuentra el primer banco de Estados Unidos que, curiosamente, se llama First Bank). En el pueblo de Lancaster podrás disfrutar de una de las mejores experiencias que puedes vivir en territorio estadounidense: ver de cerca el modo de vida los amish. Nosotros ya vivimos algo parecido en nuestra visita a la comunidad amish de Arthur y Arcola.

Amish

Gettysburg es otro pueblo histórico asociado fuertemente a la Guerra Civil donde varios museos realizan exposiciones sobre dicho periodo y en Bethlehem podrás disfrutar de casas germanas. Si aún te queda tiempo, date el gustazo de explorar el condado de Bradford, en cuyos pueblos hay un montón de festividades veraniegas. Y si posteriormente haces una parada en Baltimore (Maryland) y eres fan de los tatuajes, acércate al Tattoo Museum de Eastern Avenue. En Baltimore también podrás visitar la casa-museo de Edgar Allan Poe.

Nuestra siguiente parada nos llevará a Washington, la capital del país. Una ciudad que pese a que es conocida mundialmente por la blanca silueta de su Capitolio y el memorial de Abraham Lincoln, nos da además la posibilidad de dar un paseo por el coqueto barrio de Georgetown (uno de los más pintorescos de Estados Unidos), visitar el Museo de los Indios Nativos, los Archivos Nacionales (que además son gratuitos), ver desde fuera el Pentágono o comer en Chinatown.

Washington

Del estado de Virginia se dice que lo mejor es recorrerlo en otoño, cuando caen las hojas en pueblos como Fredericksburg, el más bonito del estado. En Carolina del Norte y Carolina del Sur, aparte de degustar las mejores barbacoas del país, tendremos enclaves de lo más curiosos, como el Cryptozoolgy & Paranormal Museum de Littleton (donde podrás aprender un montón sobre la leyenda del Big Foot), el excéntrico parque temático South of the Border en Hamer o el precioso pueblo de Charleston.

Pero para pueblo bonito, ya en Georgia, Savannah, fundado en el siglo XVIII y el más antiguo de todo el estado. Está considerado, con razón, uno de los pueblos más bellos de Norteamérica (y también de los más turísticos). Su catedral, la de San Juan Bautista, es una de las más impresionantes del sur del país. La ciudad está considerada una de las más «embrujadas» de territorio americano y se realizan tours persiguiendo sus leyendas; si te gusta el turismo de cementerios, no te pierdas el de Bonaventure. También en Georgia, en el pueblo de Darien, podrás visitar la iglesia más pequeña de América.

Hemos llegado, después de un montón de kilómetros, al destino final de nuestro viaje: Florida. Ese estado paradisíaco donde hace calor todo el año y el preferido por los jubilados yankees para retirarse y vivir de maravilla los últimos años de su vida. Pero Florida también es uno de los destinos favoritos de los niños ya que aquí se encuentra Disney World y los estudios Universal Orlando: no les privéis de pasar unos días mágicos. También tendréis tiempo para vosotros en Miami (y podréis recorrer los escenarios de «El precio del poder», «Dexter» y «Miami Vice»), pasear en esta ciudad por el mítico paseo marítimo de South Beach, ese donde los protagonistas son los surfistas y las palmeras, y respirar los aires caribeños del barrio cubano, Little Havana, donde viven la mayoría de los expatriados.

Florida Miami cocodrilos

Florida, además, da la oportunidad de recorrer los Everglades, un parque pantanoso gigantesco Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, y conducir por una de las carreteras paisajísticas más bonitas del mundo, la que serpentea entre los Cayos, y que une una treintena de islas sobre aguas azul turquesa. Y si aún así te parece poco el viajazo que te has metido entre pecho y espalda de norte a sur de Estados Unidos, date un regalo a ti mismo y contrata en Miami un crucero de tres o cuatro días para irte a conocer las islas Bahamas: puede ser el mejor final imaginable.

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