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Miedito me da pensar en la de horas que voy a necesitar para ir relatando toda mi estancia en Tokio.Por lo que he decidido dividir la etapa en dos partes,para que os resulte más cómoda la consulta.La ciudad más grande del mundo es también la más fascinante en la que he estado nunca.Ya veréis lo que da de sí.

Llegamos al aeropuerto de Narita cansadísimas tras once horas de viaje pero con muchas ganas de dejar las mochilas y empezar a movernos.Además,con el cambio horario allí llegábamos como a las ocho de la mañana y encima nos recibió un sol estupendo.Lo primero que hice fue cambiar en el propio aeropuerto mis yenes por euros.Como íbamos a estar 17 días y el Japan Rail sólo nos cubría 14,los tres primeros días en Tokio deberíamos movernos pagando billetes de metro pero la verdad que salió bastante más barato de lo que creía,el precio medio de los billetes era de unos 2 euros.Al no cubrirnos tampoco el Japan Rail el trayecto hasta Tokio,cogimos uno de los trenes,que te planta en la ciudad en unos 50 minutos.El precio aproximado del billete,unos 18 euros,es la forma más cómoda y económica de ir a la capital.

Cuando llegas a Tokio,la verdad es que al principio el tema del metro parece muy complicado pero luego no es para tanto.Las principales confusiones vienen porque hay varias compañías privadas que pasan por la misma línea pero realizando diferentes recorridos,por eso has de estar pendiente de que el metro que cojas sea el correcto.En cuanto a esas escenas que vemos en la tele de empleados empujando a los pasajeros para que entren en los vagones,no vivimos ninguna situación similar.Nos aclararon que eso sólo ocurre en determinadas horas punta de ciertos trenes pero lo cierto es que la mayor parte de los trayectos que hicimos fuimos sentadas y sin agobios.

Nuestro primer hotel en Tokio era el Sakura Ikebukuro,en el barrio del mismo nombre.Los Sakura son unos hoteles muy populares en Japón;son baratos,las habitacioners, como veis en la foto,son de estilo japonés,pero sin embargo los baños son occidentales.Se duerme en futones y sí,es comodísimo,muchísimo más que las camas tradicionales,yo por las mañanas me levantaba con la espalda como nueva.Nos salió muy bien de precio,unos 50 euros una triple y 40 una doble.Muy bien comunicado (Ikebukuro es una de las estaciones más importantes de Tokio,desde aquí vas directamente al aeropuerto) y con un restaurante abajo donde podías tener un desayuno continental,con huevos y tostadas,por sólo 2 euros.Estuvimos allí alojadas al principio del viaje y los días de la vuelta y quedamos encantadas.

La zona de Ikebukuro no es que tenga muchos monumentos para visitar pero tiene varias ventajas,entre ellas que aquí esté la segunda estación más importante de todo Tokio,por donde pasan las dos líneas más importantes, la Sebu y la Tobu,por lo que las comunicaciones con cualquier otro punto de la ciudad son excelentes, y que en sí es un barrio súper animado lleno de karaokes, restaurantes, tiendas,y con un montón de vidilla a cualquier hora del día y de la noche.

Vamos con el metro de Tokio.Parece al principio muy difícil moverse con él (nosotras la primera vez que le cogimos nos volvimos un poco locas) pero una vez le coges el truco,no es difícil.Los japoneses funcionan con una especie de trajeta prepago que cargan en el móvil y unicamente tienen que poner la pantallita en los tornos.Creo que también las pueden adquirir los turistas pero como nosotras sólo íbamos a usar el metro tres días,ya que con el Japan Rail luego nos cubría la Yamanote Line (una línea circular que te deja en los puntos más importantes de Tokio),tiramos por los billetes básicos.Hay también pases de un día que cuestan unos 700 yenes (unos 4 euros),que pueden merecerte mucho la pena si ese día vas a hacer varios viajes.

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Como comentaba antes,la Yamanote Line nos vino de perlas para recorrer la ciudad.Es efectiva al máximo (pasa un tren cada dos minutos,de hecho la media de retraso en los trenes japoneses es una nimiedad de algo así como cuatro segundos),tiene 29 estaciones repartidas por toda la ciudad y la usan a diario casi cuatro millones de personas.Aun as,insisto en que quitando algún sábado,día de compras,no vivimos grandes aplastamientos ni empujones,viajar en Tokio es más cómodo que en muchos otros países (sólo hay que acordarse del metro de Londres).

Si hablamos de lo que es el «gran Tokio»,que acoge además a 27 ciudades circundantes, un condado y cuatro distritos isleños,nos vamos hasta los 40 millones personas.Hay gente que,pese a lo rapidísimos que son los trenes,tarda en llegar a su casa una media de tres horas,de ahí la existencia de los «hoteles-cápsula».En Japón se les conoce como kaposeru y es un fenómeno único en el mundo,que ha empezado a surgir ahora en otros países,con habitaciones que parecen nichos y en los que unicamente cabe una cama.Su precio también es muy barato,unos 25 euros por noche,por lo que a muchos trabajadores les compensa quedarse a dormir aquí de lunes a viernes.Aunque parezcan incómodos,dentro tienen hasta televisión.

Antes de empezar a recorrer la capital nipona,te recomiendo encarecidamente que te hagas con un buen mapa en cualquier oficina de turismo,que las hay a montones,sobre todo en las principales estaciones y las zonas más turísticas.La ciudad que antaño era conocida como Edo resurgió de sus cenizas tras los bombardeos estadounidenses de la Segunda Guerra Mundial,que la dejaron arrasada,y actualmente es la ciudad más importante de todo el mundo,con un poderió económico incalculable.Su extensión es enormísima pero que esto tampoco te agobie;está tan bien comunicada en su interior que podrás ver un montón de cosas diferentes todos los días.

Lo mejor es empezar a dividirla por zonas,asi que voy a empezar con Akihabara

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Akihabara significa «campo de las hojas de otoño»…y cualquiera lo diría viendo cómo es el barrio! Por algo se la conoce como «la ciudad de la electrónica»,son decenas de rascacielos con tiendas,tiendas y más tiendas.Incluso aunque no te gusten mucho los aparatejos,como es mi caso,es necesario que te des una vuelta para que constates por tí mismo por qué Japón es líder mundial del sector.Hay que ver la cabeza que tienen los nipones.Ví utensilios para la casa que recuerdo pensé «por qué esto no se comercializa en el resto del mundo,con lo útil que es?» Y lo mejor es que están a precios muy populares.Los que vayais buscando cámaras de fotos, vídeo y similar,buscad un dependiente que chapurre inglés (que aquí sí los hay,daos cuenta que viene mucho turista a comprar),para que os aclare si enchufes y dispositivos son compatibles con los de vuestro país.Si cogeis alguna marca conocida tipo Sony,normalmente la garantía te permite llevarlo a cualquier sucursal del mundo.

Para los amantes del manga,Akihabara también es el paraíso,hay edificios enteros dedicados a comics y muñecos.Y ahí viene el tema del problema que tiene el japonés medio con el sexo.Porque muchas de esas «muñequitas inocentes» del manga,que no medían más de 20 centímetros pero son pornografía pura,se exponen en vitrinas de cristal y ahí les veías a los japoneses,babeando ante las tetas de plástico,era para ver el espectáculo,de verdad.En Akihabara hay tiendas enormes dedicadas al hentai (el porno de dibujos animados) y mirad que yo me considero una persona sin tabú ninguno pero es que había tebeos que eran francamente desagradables y enfermizas (curiosamente,una de las cosas de las que más tira el porno japonés es de las violaciones y por si alguien no lo sabe,el término bukkake es japonés y su orígen está en una tradición del Japón Feudal,donde las mujeres adúlteras eran obligadas a arrodillarse en la plaza del pueblo y que todos los hombres,ya fueran 30 o 300, vinieran a eyacular en su cara como castigo).El caso es que me llamó mucho la atención ver cómo en un país donde en el porno se cubre en el cine el vello púbico,al mismo tiempo se venden en los kioskos revistas rollo Super Pop con adolescentes en plan guarrindongo como reclamo.Y hay un montón de publicaciones de ese tipo,se venden como churros.De hecho,otra de las cosas que me sorprendió muchísimo es ver en el metro placas con un dibujo dirigido a las estudiantes en plan «prohibido tontear».Os lo juro,me quedé ojiplática.Ya seguiremos hablando de cómo se vive el tema sexual aquí cuando lleguemos al Shinjuku nocturno pero lo de Akihabara fue de órdago,yo iba alucinando en las tiendas con cómo estaban los clientes,vaya tela.

Otra de las cosas muy típicas de Akihabara,aparte de sus gigantescos salones de juegos recreativos extrañísimos,son los «maid cafes» que tan bien publicita la japonesita de la foto de arriba (fotografié a esa pero había cientos).Este tipo de bar está atendido por señoritas disfrazadas de criadas y sirvientas «a la francesa» que no se quedan sólo con el atuendo sino cuya actitud es de total sumisión al cliente.Aunque al principio los clientes eran sólo hombres y frikis del manga,que las convirtieron en sus particulares heroínas,hoy en día tienen una clientela variada y van muchos turistas.

Barrio de Akihabara. ¡Y sobran las palabras!

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Y ya que hemos empezado por Akihabara,esa locura de luces y neón, sigamos con el pachinko,un fenómeno japonés bien particular.Todo el país está plagadito de locales de esta curiosa versión del pinball y la adicción va desde los adolescentes hasta oficinistas y amas de casa.Allí se pueden tirar horas y horas,fumando como camioneros y con ese pseudo techno japonés a un nivel infernal,que entras cinco minutos y de verdad,salías tarumba.Me recordó mucho a cuando estuve en Las Vegas y veías a la gente en los casinos con la mirada ausente,horas y horas.Supongo que será un buen remedio para escapar durante un rato de las exigencias que demanda la estricta sociedad japonesa pero es que hay gente que vive  únicamente para el pachinko,y eso es lo triste.

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Barrio imprescindible en cualquier visita a Tokio,incluso las express:Asakusa.O lo que es lo mismo,el corazón de Shitamachi (literalmente «ciudad baja»),lo que era el casco antiguo de Tokio cuando esta se llamaba aún Edo.Su atracción estrella es el bellísimo Senso-ji,que atrae a cerca de veinte millones de visitantes cada año,y al que se accede por la Kaminari-mon,la Puerta del Trueno,esta preciosidad de la fotografía.Está custodiada por los dioses del Viento y del Trueno.

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Este templo es el más antiguo de todo Tokio (data del año 645) y fue construído a raíz de la leyenda que cuenta como dos pescadores,Takenari y Hamenari,encontraron una estatua de la diosa Kannon cerca del río Sumida y pese a que la dejaron en el mismo lugar,se les aparecía una y otra vez.Por ello,decidieron traerla a un pequeño pueblecito que se ubicaba cerca de donde actualmente se encuentra Asakusa y el pueblo empezó a prosperar.

Una vez traspasada la Puerta del Trueno,se llega a Nakamise-dori,una callejuela entrañable llena de tiendecitas de souvenirs. Y,sorprendentemente pese a ser éste un sitio plagado de turistas,los souvenirs,repito,no son nada caros (son muy típicas las osembe,galletas de trigo muy populares en Japón pero encontrarás desde camisetas de Godzilla a palillos).Desde aquí se llega a la Puerta del Tesoro,la entrada principal al templo.

Fotografía de la pagoda de cinco plantas,Goju-no to,donde se guarda un hueso de Buda,regalo del Templo Real de Sri Lanka

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El edificio principal es el propio templo de Senso-ji,una delicia para la vista,aunque en honor a la verdad,fue arrasado durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y fue reconstruído exactamente igual al original.Y no menos impactantes son sus jardines,donde la gente va a quemar incienso para que se cumplan sus deseos (se pasan después las manos por la cabeza) y donde hay unos paneles con cartelitos de madera donde la gente también escribe sus peticiones (que suelen abarcar desde la salud de un familiar al último modelo de Iphone).Por cierto,verás que en todo Japón hay lamparillas con dibujos de «esvásticas»:no son tal cosa sino un antiguo símbolo prehistórico que representaba al sol,otra cosa es que luego se lo «apropiaran» los nazis.

Este fantástico templo budista,que acoge la citada estatua de la diosa Kannon,diosa de la fortuna y el sufrimiento, pero que curiosamente jamás ha sido expuesta al público,alcanza su mayor nivel de explendor en primavera,cuando durante cuatro días se cierran las calles al tráfico cuando cae la noche y se celebra el Shinto,el festival matsuri más importante de la ciudad.Es tradición tocar la panza del Buda Nadi Botokesan para que nos de buena salud y purificarse en el agua de las fuentes,con estas cosas los japoneses son muy supersticiosos. También llaman la atención las pequeñas estatuas Jizo,unas esculturas chiquitinas con baberos o gorritos de lana rojos:son los que alcanzaron la iluminación pero decidieron renunciar a ella para enseñar a otros como alcanzarla.Son los protectores de las embarazadas pero sobre todo los de los niños no nacidos o nacidos muertos,un poco tétrico todo.Según la tradición budista,los niños no nacidos llevaron la tristeza a sus padres y por ese motivo son arrojados al río infernal,donde acumulan guijarros para hacer altares en honor a Buda pero un demonio siempre se los destroza.Por ello,la gente ha de rezar a los jizo,para ayudarles a escapar de esa situación.Y por ese motivo verás que a los pies de muchos jizos hay apiñadas montañitas de piedras.

Más imágenes del recinto del Senso-ji

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Aquí abajo tenemos a las famosas carpas japonesas,las koi,probablemente el animal más venerado de todo Japón.Parecidos a los humanos más de lo que creemos (llegan a alcanzar el metro de longitud y vivir 65 años),en Japón empezáron a salvarlas en rios y lagos de sus depredadores, que las exterminaban por sus llamativos colores, y actualmente se encuentran en millones de estanques por todo Japón,costumbre extendida posteriormente por todo el mundo.La carpa,además,es un símbolo para los nipones por su capacidad de fuerza y perseverancia,ya que deben nadar contracorriente y cuesta arriba para poder llegar a las tierras altas.Los tatuajes de las carpas eran muy populares ya entre los samurais;dependiendo en la posición que esté la carpa,simbolizaban una cosa u otra (hacia abajo,significaban una etapa de superación de problemas,hacia arriba,problemas ya muy superados).

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Recordarte que en esta zona puedes aprovechar para pasarte por la calle Kappabashi Dogugai, donde se realizan las réplicas en cera de los platos de comida de los que hablaba al principio del blog.Está a la izquierda de los jardines.

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Nos vamos a Shinjuku,donde se encuentra la estación más transitada de todo el mundo (tres millones de personas la usan a diario y tiene más de 50 salidas diferentes).Este inmenso barrio se divide en tres partes,empezando por la zona oeste,Nishi-shinjuku, con sus altísimos rascacielos de oficinas…

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Aquí se encuentra el Metropolitan Government Building (el equivalente al ayuntamiento tokiota),con 243 metros de altura y unos miradores ¡gratuitos! con unas vistas del Gran Tokio de dejarte sin habla.Las fotografías os dirán más que yo.Por cierto,en la parte de atrás del Ayuntamiento se encuentra el Shinjuku Central Park,donde muchos trabajadores bajan a comer al solecito.En esta zona se encuentra también el hotel Park Hyatt Tokyo,donde se rodaron escenas de la película «Lost in Translation».La verdad es que este area sí que se corresponde fielmente con la idea de Tokio a lo «Blade Runner».

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La parte este de Shinjuku, tiene una zona bastante entrañable y muy representativa de lo que era el Tokio antiguo, Shinjuku Golden Gai, un barrio pequeñísimo conformado por callejones y casitas de solo una planta,que acoge un montón de bares minúsculos,cerca de doscientos.Pero también está aquí Kabukicho, el «barrio rojo»,aunque también es famoso por sus restaurantes, cines, karaokes e izakayas (bares de tapas a la japonesa).Aquí se concentra toda la prostitución,salones de «masajes»,locales de striptease y un montón de Love Hotels (son hoteles con habitaciones en plan temático para llevar a cabo cualquier fantasía sexual,se veían muy bien en la película «Mapa de los sonidos de Tokio»).Pese a ello,Kabukicho no es como otros barrios rojos ya que es muy seguro (aquí los principales clientes son oficinistas),aunque te desaconsejo que entres a los locales ya que la mayoría están controlados por la yakuza (la mafia japonesa).Lo del tema de la prostitución es muy curioso en Japón,ya que por un lado parece que quieren mirar a otro lado como si no existiera (se supone que es ilegal aunque…¡sólo la penetración entre hombre y mujer!) pero por otro,esta zona está plagada de burdeles,tanto masculinos como femeninos (sí,sí,en Tokio hay mucha prostitución masculina,se veían un montón de prostitutos japoneses ofreciéndose a las niponas,a las extranjeras ni se nos acercan).En la parte oeste de Kabukicho se encuentra Nichome,la zona gay, y ya metiéndote en Shinjuku Sur,tienes la Takashiyama Times Square,donde se concentran un montón de tiendas.Cerca se encuentra el parque Shinjuku Gyoen,de casi 60 hectareas,con estanques con carpas gigantes.Además,también te puedes acercar a Okubo (el barrio de los inmigrantes coreanos).

tok16

2 comentarios

  1. Que envidia!! Siempre he querido ir a Japón, espero que algún día pueda ir, tu viaje ha sido increible.

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