Van pasando los días en Japón y nuestro siguiente destino tokiota es otro de sus barrios más conocidos:Shibuya.¿Cuántos cientos de veces hemos visto por televisión ese mítico paso de cebra donde miles de personas se cruzan todos los días en un ejercicio de organización perfecta? Y es que esa es una de las cosas que más me sorprendió para bien de la capital nipona.Vive muchísima gente,es cierto,pero hay un nivel de civismo tan enorme que apenas hay que esperar colas para hacer trámites de cualquier tipo,todo el mundo respeta las normas (y se recrimina duramente al que no lo hace) y la peor deshonra para alguien es faltar la atención al de enfrente.Por ello,cuando llegues a Shibuya,verás que con todo ese caos de gente,lo difícil es mantener un orden y una coherencia.Pues ellos lo consiguen,que para algo son japoneses.
Nada más salir de la estación de Shibuya,vas a darte con una de las estatuas más entrañables no sólo de Japón sino de todo el planeta:la del perro Hachiko.Para los japoneses es un auténtico heroe (y de hecho lo fue) y es una visita ineludible para los que como yo tengais animales.Hachiko fue un perro fiel hasta la extenuación.Todos los días acompañaba a su amo,un profesor universitario,hasta la puerta de la estación de tren cuando éste acudía a trabajar y todas las tardes volvía a esperarle.Pero un día su amo falleció de un par cardiaco y nunca regresó.Pese a ello y con la esperanza de volver a verle,Hachiko se quedó a vivir durante nueve largos años en la estación,con la esperanza de volver a ver su dueño.Su lealtad caló tan hondo en el corazón de los japoneses que se le levanmtaron dos estatuas,esta y la de la ciudad de Odate,y sus restos permanecen el Museo de Ciencias Naturales.Su figura se vió aún más popularizada a nivel mundial con la película que hizo Richard Gere «Hachiko,siempre a tu lado» y que pese a adaptarla a la versión norteamericana de un hombre en USA,refleja muy bien lo que implica tener un animal y lo que se puede llegar a quererlos.
Shibuya es un barrio animadísimo ya que es el epicentro de los centros comerciales japoneses (el más famoso es el Shibuya 109 pero es que los hay uno detrás de otro).Volviendo al tema precios,pues insisto,me sorprendió muchísimo la cantidad de tiendas de ropa tirada en plan camisetas a seis euros y pares de zapatos por ocho y cosas así,es de las pocas veces que no me he podido traer más ropa a casa porque no podía cargar con más,no porque el dinero cundiera una barbaridad.Además,si buscas ropa y complementos súper modernos y originales,este y Harajuku es el lugar ideal para hacerlo ya que es el lugar donde vienen a nutrirse de parafernalia las lolitas japonesas y hay un montón de tiendas donde puedes encontrar desde uniformes y disfraces a chaquetas de lentejuelas, boas de plumas, sombreros de todo tipo…lo que a nosotros nos parecería un «disfraz» en Japón es visto con total normalidad.
Harajuku es el otro barrio comercial de Tokio (bueno,en Tokio…¿qué no es comercial?) pero este muchísimo más pintoresco,ya que aquí se dan cita todos los frikoides estos que vemos también por la tele,disfrazados de cualquier cosa (ahí abajo os dejo una foto como ejemplo).También es verdad que no es que vayas por la calle y vaya todo el mundo vestido así,tampoco vayamos a exagerar,pero suelen reunirse sobre todo los domingos por la mañana en el puente que lleva al parque Yoyogi.