A poco que hayas viajado, Londres es una ciudad en la que fijo habrás estado al menos dos o tres veces. En mi caso, si os soy sincera, he perdido totalmente la cuenta de los viajes que he hecho a la capital británica desde que la pisé por primera vez con diecinueve años ( podéis consultar toda la información en nuestro artículo Todo lo que necesitas saber para organizar un viaje a Londres ) : en unas ocasiones vas con la excusa de los conciertos, en otras con las de ir de compras y en las de más allá por el simple placer de volver a recorrerla. Quizás por ello, cuando te sabes de memoria el Museo Británico y todas las tiendas de Oxford Street, es bueno guardar en la recámara algunos planes diferentes para tu escapada londinense. Londres es la ciudad de la vanguardia y no es un mito eso de que ella marca tendencia y las demás capitales europeas la siguen en sus propuestas. Y de ello debes aprovecharte la próxima vez que viajes allí y lleves contigo este montón de recomendaciones.

Planes originales y sorprendentes para tu próxima escapada a Londres

Si en Londres hay una tradición que permanece inalterable pese a lo modernísima que puede ser la ciudad en otros sentidos, esta es la de tomar el té a las cinco de la tarde. Yo soy una tetera casi enfermiza, de esas que no pueden pasar sin sus cinco o seis tés diarios, así que reconozco que es una de las cosas que más disfruto cuando estoy en la ciudad del Tamesis. Siempre que puedo, intento pasarme por la tienda de Twinings (la tienda de té más antigua de Londres, inaugurada en 1706) y suelo acabar comprando algunas de las novedades que van sacando, sobre todo porque la mayoría de sus variedades es imposible encontrarlas en España.

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Y si buscas lugares realmente especiales para tomar un té calentito con pastas, nuestras recomendaciones están claras: Sketch (con un salón totalmente rosa), el fabuloso té moruno que ofrecen en Momo, el del club Playboy o el té de la tarde del restaurante Verdi, donde cantantes de ópera amenizan la merienda. Y si aún buscas algo más original, hay un tour en un bus de los años 60 desde el que podrás divisar la ciudad tras la ventanilla mientras te tomas un té: Brigit’s Bakery

Debajo de South Bank se encuentra el Clink Prison Museum, que nos lleva al año 1144, cuando aquí se encontraba una de las cárceles más duras de Inglaterra.Abren los siete días de la semana, la entrada cuesta apenas siete libras y es una buena alternativa para conocer cómo era el Londres de hace un milenio y las condiciones infrahumanas en las que vivían los prisioneros.

Este no es el único museo «extraño» de la ciudad. Tenemos también el Old Operating Theatre, donde antiguamente se realizaban operaciones de cirugía, sin anestesia ninguna y con amputaciones incluidas, a la vista de los estudiantes de medicina. Se encuentra en el centro de Londres, en St. Thomas Street, y seguro que cuando lo visites recordarás un montón de series y películas que se han grabado aquí. Los fans de la música podrán admirar en The Vault, dentro del Hard Rock Cafe, la guitarra que utilizó Slash en el vídeo de «November Rain» o tarjetas de crédito de Madonna. Y hasta hay un museo inspirado precisamente en los fans (no sólo de la música sino de cualquier cosa), en el que se han recolectado más de 3.500 objetos de todo tipo, algunos antiquísimos, cedidos por coleccionistas empedernidos.

En el Crime Museum en New Scotland Yard se exponen armas utilizadas por diferentes asesinos en serie (entre ellos Jack el Destripador), en el Hunterian Museum, uno de los más siniestros, podrás ver todo tipo de objetos extrañísimos (aunque el museo no se abrirá hasta 2020) y en el Freud Museum conoceremos la que fue la casa de Sigmund Freud, quien se mudó aquí huyendo de los nazis tras la ocupación de Austria (la casa estuvo ocupada por la familia Freud hasta 1982) . En Baker Street podrás visitar el museo dedicado a Sherlock Holmes. A pesar de que el famoso detective fue un personaje de ficción, se ha intentado recrear cómo sería su vivienda.

En Londres también existe un museo dedicado al rugby (la mayor colección del mundo inspirada en este deporte, con más de 10.000 objetos expuestos, se trata del World Rugby Museum), otro dedicado al mundo de la magia (Magic Circle Museum) y hasta uno dedicado a las campanas, el Whitechapel Bell Foundry, que desde hace 500 años ha fabricado campanas para edificios de todo el país, el Big Ben incluido. En el Ragged School descubrirás cómo eran las escuelas del siglo XIX, con actores disfrazados que simulan dar clase. En las Churchill War Rooms se repasa el papel de Reino Unido en la Segunda Guerra Mundial y no son muchos los que han oído hablar de la mansión Two Temple Place, quizás porque sólo se abre al público cuando hay exposiciones: una buena ocasión para visitar esta fabulosa casa de hace dos siglos. Al sur de Folgate Street cuentas con otra casa muy especial, la de Dennis Severs, un artista de lo más excéntrico que trasladó sus rarísimos gustos a la decoración de su hogar.

¿Sabías que puedes navegar en kayak por el río Tamesis? Es una oportunidad única para descubrir Londres desde otra perspectiva: en Kayaking London podrás encontrar toda la información. Y ya que citamos la navegación ¿por qué no ir a conocer el Cutty Sark? Es un preciosísimo barco construido en 1869, ideado para traer en el menos tiempo posible el té que se importaba desde China. Ahora se halla en Greenwich: la entrada cuesta poco más de once libras.

Si te gustan los barcos, entonces puedes continuar tu ruta en Cathedral Street, donde se encuentra una réplica del Golden Hinde, el barco en el que durante años navegó el legendario Sir Francis Drake, ese marino que se hizo famoso en el mundo entero por sus artes para el espionaje.

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Cutty Sark

Little Venice, en la que se unen los canales Grand Union y Regent, es uno de mis lugares favoritos para pasear. Y es que realmente es como una pequeña Venecia. Se encuentra cerca de Paddington y a mí me recuerda incluso mucho más a Amsterdam, con esos pequeños barcos con macetas con flores en las ventanas: el lugar es tan pintoresco que durante años ha servido como refugio de artistas ¿quién no querría vivir aquí?

En los Windmill Gardens también te podrás sentir como si estuvieras en Holanda, ya que aquí hay un molino construido en 1816 y que estuvo en activo hasta mediados del siglo XX. Fue restaurado (600.000 libras costó el proyecto) y volvió a funcionar para deleite de los visitantes, que pueden verlo por dentro entrando en pequeños grupos.

Otra forma de escapar del bullicio del tráfico londinense es acercarse a Ruislip Lido. Porque aunque cueste creerlo, en Londres también tienen playa, aunque esta no sea tan exuberante como las del Caribe ¡pero algo es algo! Aunque no se permite el baño en el lago, a los urbanitas les encanta venir aquí a disfrutar del sol (cuando este tiene el detalle de aparecer) y tomarse un refresco en los merenderos. En Hyde Park también tienes una zona de baño de Junio a Septiembre en el Serpentine Lido.

En Londres, una ciudad multicultural como pocas, también tendrás oportunidad de trasladarte hasta la lejana Rusia cuando visites la iglesia ortodoxa de Dormition of the Mother of God and the Royal Martyrs en el barrio de Chiswick, con su vistosa cúpula azulada  (también hay una catedral griega, la de Santa Sofia). Por poner otro ejemplo, en el barrio de Southwark, que cuenta con una de las comunidades africanas más grandes del mundo, podrás encontrar más de 200 iglesias, muchas de ellas ubicadas en sencillos edificios. En Battersea Park, sin embargo, se levanta una pagoda budista de lo más llamativa y en el área de Wimbledon tenemos el Buddhapadipa, uno de los mayores templos asiáticos de Europa. Y hablando de templos, muy recomendable también el de Shri Swaminarayan Mandir, el mayor templo hindú fuera de la India y que en su interior muestra una interesante exposición acerca de la historia del hinduismo.

Los que seguís nuestro blog sabéis de sobra lo mucho que me gustan esos rincones siniestros que nos hacen sentir escalofríos y en ese sentido Londres ofrece un buen montón de lugares para visitar y que vamos a recomendarte. El primero, el cementerio de Highgate, donde no sólo podrás pasear entre las tumbas del padre del comunismo, Karl Marx, o la de George Michael (su familia quiso que su lápida pasara desapercibida y es complicado encontrarla) sino también recrearte con esa estremecedora sensación que es estar en uno de los sitios más misteriosos de Londres, donde árboles centenarios arropan las tumbas de 170.000 londinenses. Además, se ofrecen visitas guiadas.

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Highgate puede parecer a priori un lugar no muy atractivo para dar un paseo pero para nosotros tiene mucho encanto…

Pero si hay un árbol que pone los pelos de punta, este es el comunmente conocido como Hardy Tree, que se encuentra en el cementerio anexo a la iglesia de St. Pancras y que literalmente está devorado por decenas de tumbas que se amontonan unas sobre otras, intentando dar a este viaje árbol un tétrico abrazo.

Las ruinas de la iglesia destruida de St. Dunstan in the East, bombardeada en la Segunda Guerra Mundial y cuyas fachadas semiderruidas se ven comidas por ramas parduzcas, es otro de esos lugares que te recomendamos visitar cuando comienza a irse la luz del día, así como otro curioso rincón del que ya te hablamos en este artículo, el cementerio de las prostitutas .

En Londres podemos fotografiarnos con estatuas tan singulares como la de Peter Pan que se encuentra en los Kensigton Gardens o la de Brown Dog, el monumento que se inauguró a principios del siglo XX para simbolizar el rechazo de los ciudadanos contra la vivisección de animales, visitar la única calle de la ciudad en la que se conduce por la derecha (Savoy Court), ver por dentro el Monumento del Gran Incendio de Londres (la entrada sólo cuesta cuatro libras), un memorial en recuerdo de William Wallace, el héroe escocés (se encuentra en el 57A de W. Smithfield) y la Puerta de los Traidores de la St. Thomas Tower, por donde entraban los prisioneros cuando esta torre era utilizada como cárcel. También podremos dar una vuelta por el grandísimo mercado de flores de Columbia Road (donde podrás hacer las fotos más coloridas del viaje), ver el puesto de policía más pequeño de Londres (que aunque ya no está operativo, se encuentra en Tafalgar Square), buscar en el barrio del Soho las Seven Noses, siete esculturas de narices que emergen de las fachadas de los edificios, o recorrer los varios kilómetros de pasadizos de las cuevas subterráneas de Chislehurst Caves, donde han llegado a actuar bandas como Led Zeppelin o Rolling Stones. Y para los más peques, no sobra una visita al parque de Crystal Palace, con un montón de estatuas de dinosaurios.

A la hora de comer, contamos con un montón de curiosas alternativas: Londres parece situarse como una pionera en lo que a restaurantes originales se refiere. Tenemos uno inspirado en la película «Forest Gump» (el Bubba Gump Shrimp Co.), La Bodega Negra (al que se entra por un sex-shop y que recrea un oscuro callejón medieval) el restaurante Circus , donde cenarás rodeado de acróbatas y bailarines de burlesque, otro que es un vagón de metro ( Basement Galley ), Archipelago , donde sirven carnes exóticas como canguro o cocodrilo, Dans Le Noir (donde se cena a oscuras y los camareros son ciegos), el recargadísimo Beach Blanket Babylon en Notting Hill, Sarastro (donde los camareros cantan y bailan mientras degustas sus manjares turcos), o el Cereal Killer Cafe , donde como su propio nombre indica, podrás catar cientos de cereales diferentes en un ambiente muy noventero. Pero nuestro favorito, como buenos viajeros que somos, siempre será el Mr. Foog’s Tavern , creado en honor de Phileas Fogg, el entrañable protagonista de «La vuelta al mundo en 80 días».

4 comentarios

  1. Me encantan esos planes alternativos. A Londres en ese sentido no hay ciudad que le gane!

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