Hoy queremos proponerte un itinerario muy especial, el de de las rutas que recorren algunos de los lugares donde hace siglos se practicaba la brujería en Navarra, en parajes que se hicieron realmente famosos en su época debido precisamente a estas prácticas. Los pueblos que fueron testigos de estos akelarres (la palabra euskera akelarre proviene de los vocablos «aker-macho cabrío» y «larre-prado» y ha sido adoptada por multitud de idiomas para identificar estas fiestas satánicas) han pasado a convertirse en uno de los mayores reclamos turísticos de la región. Si a principios de los años 80 en Reino Unido (y principalmente en Escocia) se vivió un boom turístico gracias a los castillos que ofrecían alojamiento «con fantasma incluido», hoy son miles los extranjeros (y también los españoles) que viajan hasta Navarra buscando esas raíces paganas que iban de la mano de la magia negra y el ocultismo.

Nosotros mismos somos unos seguidores empedernidos de esta parte tan negra de nuestra historia y ya os lo hemos contado en varios reportajes, como Los pueblos donde vivían las brujas en España , el relato de nuestro viaje a Zugarramurdi o la visita que hicimos a una exposición de brujería en Ronda . Pero nunca está de más continuar ahondando en una ruta que nos parece de lo más interesante.

bruja

En toda esta zona navarra la represión ejercida por la Iglesia fue extraordinariamente notoria y los primeros castigos se realizaron en el año 1525, cuando murieron en la hoguera cinco supuestos brujos. Después de aquello, hasta sesenta localidades navarras sufrieron la persecución de los inquisidores, liderados por el licenciado Balanza, conocido como «el Torquemada navarro». Muchos de los acusados eran encerrados en torres medievales donde se les torturaba hasta la muerte y poco importaba que su supuesta condición de «poseídos» respondiera más bien a enfermedades varias, como en el caso de Mari Juana de Anocíbar, cuyo único pecado era sufrir epilepsia. Navarra dio, así mismo, uno de los brujos más famosos de Europa, Johanes, a quien la rumorología popular atribuía el poder de quitarse y ponerse la cabeza cuando le apetecía. Hoy en día, obviamente, todas estas supersticiones nos parece que carecen de sentido pero entonces sirvieron para que familias enemistadas ejercieran su venganza personal acusando a sus vecinos de brujería y se dejara un reguero de sangre en uno de los episodios más lamentables de toda la historia de Navarra. Quizás esta ruta sirva a muchos para entender de lo que es capaz la intolerancia.

Ruta brujeria Navarra

El caso es que la Inquisición se cebó con la población rural de las tierras navarras y fueron 60 las localidades que se vieron azotadas por esta persecución fanática. Para recorrer algunas de las más atractivas a nivel histórico, se han creado cuatro itinerarios diferentes que aquí os detallamos:

Valles de Roncal y Salazar y zona de Roncesvalles: Aquí fue donde se iniciaron las primeras persecuciones. El licenciado Balanza se dejó llevar por las habladurías populares, que por lo bajinis comentaban los akelarres que se llevaban a cabo en el Robledal de las Brujas y en el Bosque de Sorginaritzaga y el Bajaunberro. En el centro de Burguete, en la plaza que aún existe frente a la iglesia, se quemó a cinco vecinos acusados de brujería: se dice que hasta vino gente de Francia para presenciar tan macabro espectáculo. A estos pobres diablos se les culpaba de las enfermedades, las sequías y las hambrunas.

En una localidad cercana, Ochagavía, el propio alcalde fue sospechoso de realizar ritos satánicos, en Burgui se acusó a cuatro personas de invocar en las noches de luna llena al diablo y en Vidángoz se enorgullecen de su pasado brujeril celebrando cada Agosto la fiesta de la Bajada de la Bruja: en la peña de la Pitxarronga varios jóvenes vestidos de brujos se reunen alrededor de una hoguera y esperan la bajada de la bruja Maruxa en una escoba.

Urdazubi/Urdax, Zugarramurdi, Baztan, Bertizarana, Cinco Villas: Otro buen puñado de pueblos que no se vio libre de la llegada de la Inquisición. En Arraioz ocho mujeres, acusadas por niños a los que se había adoctrinado, fueron encerradas en torres medievales, donde se las torturó sin piedad, proceso alentado por el abad del monasterio de Urdax: una de ellas acabó muriendo. Ya un par de siglos antes, en el valle de Malerreka, se habían propagado los primeros rumores acerca de los campesinos que amparados por la noche y la oscuridad se agrupaban para hacer conjuros. En Zugarramurdi, como ya os contamos en nuestro viaje, puedes visitar el interesante Museo de la Brujería y la cueva, la sorginen leizea, donde se realizaba el akelarre, en la que rodó Alex de la Iglesia «Las brujas de Zugarramurdi».

Anocibar, Valles de Larraun y Araitz, Leitzaran: Este tercer itinerario comienza en Anocibar, donde una pobre lugareña, Mari Juana de Anocibar, sufría de epilepsia, enfermedad que no se conocía en la Edad Media y que siempre se asociaba a las posesiones demoníacas al sufrir los enfermos de convulsiones, espasmos y echar espuma por la boca. Mari Juana acabó quemada ante la vista de sus vecinos, sin entender por qué se la acusaba de tener relación con Satanás. La paranoia se extendió al pueblo cercano de Anue, donde se llegó a acusar a un niño de volar sobre una cabra. Literal.

Estella-Lizarra: Ya lindando con tierras castellanas tenemos esta región donde los hechos más relevantes ocurrieron en Viana (donde se persiguió a brujas pero también a judíos) y Bargota, donde vivió el brujo más famoso de todos: Johanes. En Bargota, cada verano a finales de Julio, se vive la Semana de la Brujería, cuando los vecinos se disfrazan y se organizan mercados medievales, obras de teatro y desfiles.

Así mismo, en muchas festividades navarras se sigue teniendo bien presenta la figura de las brujas y los brujos. Por poner un ejemplo, en Alsasua los jóvenes de disfrazan de momotxorros (machos cabríos) y les persiguen un séquito de brujas que van gritando; en Goizueta son los zomorrok (carboneros) los que protagonizan los festejos.

Si buscáis las cuevas donde supuestamente las brujas celebraban sus akelarres, cuatro son las más importantes. Por un lado, la que os comentábamos ahí arriba, la de Zugarramurdi: destaca su imponente altura, que se va hasta los doce metros. Tenemos después la de Menduliko en el valle de Larraun: aquí se organizan, para los más osados, expediciones de tres horas de duración que te llevarán hasta la impresionante Sala del Guerrero. La tercera es la de Urdax, una de las más bonitas por su gran cantidad de estalactitas y estalagmitas. La cuarta es la de Ibon, cerca de Isaba.

2 comentarios

  1. Nos guardamos el post que en unos meses queremos ir por esta zona! 😉😉

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.