Nueva Zelanda, junto a Australia, es ese viaje soñado que siempre tengo en mente pero que nunca sé cuando podré hacer. Tengo claro que de un modo u otro al final acabaré yendo y si lo he retrasado tanto tiempo, pese a que alguna vez me lo he podido permitir económicamente, es porque nuestras antípodas están tan lejos que tardas un día entero en ir y otro en volver y esto me supondría dedicarle casi un mes entero de vacaciones. Lo que me obligaría también a pasarme el resto del año a base de escapadas cortas y cuando te gusta viajar tanto como a mí, creedme, me supone el mayor de los sacrificios.

Así que así se encuentra a menudo mi balanza viajera, inclinándose hacia un lado y a otro. Juan, que es un fan acérrimo de «El Señor de los Anillos», tanto de los libros como de las películas, siempre me comenta que algún año de estos deberíamos planteárnoslo en serio. Mentalizarnos en el mes de Enero que tenemos por delante un año entero para llenar la hucha y recorrer por fin esos escenarios en los que Peter Jackson situó la Tierra Media. Supongo que, efectivamente, alguna vez debería hacerle caso. Porque estoy segura que por delante tenemos el viaje de nuestras vidas.

Aotearoa, la tierra de la gran nube blanca (que es como la conocen los maoríes) es uno de los países más inigualables del mundo. Quizás por lo aislado que se encuentra de todo, por la cantidad de siglos que ha permanecido virgen, sin que ningún occidental conociera su existencia, por sus paisajes, que van desde los glaciares y las montañas nevadas a los grandes lagos y las playas paradisíacas. Una tierra atípica que cuenta en su haber con miles de curiosidades que no podrás encontrar en ningún otro lugar del mundo. Y hoy te vamos a descubrir algunas de ellas, para que te pique aún más el gusanillo de ir allí.

A nivel geográfico, es sólo un poco más pequeña que Alemania, aunque entre una punta y otra del país distan 1.600 kilómetros. Hay casi una treintena de montañas que superan los 3.000 metros de altitud. Un tercio del territorio es considerado Parque Nacional.

Nueva Zelanda tiene sólo cuatro millones y medio de habitantes, de los que un tercio viven en la ciudad más poblada, Auckland, pese a que la capital es Wellington (Auckland fue la capital desde 1842 a 1865). La densidad demográfica es minúscula, apenas 14 personas por kilómetro cuadrado (compárense con las 330 de Japón).

A los neazolandeses se les conoce como kiwis (un pájaro autóctono que no puede volar), apelativo del que se encuentran orgullosísimos. Hay otro vocablo, pakeha, que los maoríes utilizan para referirse a los neozelandeses de ascendencia europea, es decir, la mayor parte de la población.

Kiwi
A los neozelandeses se les conoce como «kiwis», el pájaro más popular del país

El país está formado por dos grandes islas, la Isla Norte y la Isla Sur, y ninguna parte de todo el país está a más de 120 kilómetros del mar. Hay más de 15.000 kilómetros de costa. Quítale el mar a un neozelandés y le condenarás a la más penosa de las tristezas.

Nueva Zelanda, junto a  Islandia, Dinamarca y Austria, está considerado uno de los cuatro países más seguros del mundo (los policías no suelen llevar pistola y hay un homicidio por cada 100.000 habitantes). El nivel de desempleo es de apenas el 5%.

Se dice de Nueva Zelanda que su clima es totalmente excepcional, al encontrarse tan abajo del hemisferio sur, y que en un mismo día podrás disfrutar de las cuatro estaciones del año. Su situación geográfica conlleva que nuestro verano es su invierno y viceversa. Las temperaturas suelen oscilar entre los 30 grados del verano y los -15º del invierno. Aún así, hablamos de temperaturas máximas y mínimas: en general, la variación entre una estación y otra suele ser de apenas 15º, por lo que es un destino que puede visitarse en cualquier época del año.

Wellington es la capital del mundo situada más al sur (al contrario que Reykjavik, la situada más al norte). Y es además la capital del mundo que cada año recibe antes que las demás la llegada del Año Nuevo (la primera que ve el amanecer cada día es Gisborne). Es una capital pequeña (apenas 175.000 habitantes) y aún así cuenta con más de 400 cafeterías: está considerada como uno de los mejores lugares del mundo para vivir. Con más de 50.000 hectáreas de parques y bosques, sus habitantes viven en contacto constante con la naturaleza. El único inconveniente es que el viento es habitual, por lo que se la conoce como Windy Wellington.

Muchas de las casas de Wellington se encuentran en lo alto de colinas, por lo que prepárate a ejercitar los gemelos para subir esas empinadas cuestas. Por ello es tan popular el cable car, una especie de tranvía-teleférico, ya que utilizar el coche en dichas calles es una auténtica temeridad.

Wellington
Las empinadas calles de Wellington

De todos los seres vivos que habitan en Nueva Zelanda, sólo un 5% son humanos. El país cuenta con 40 millones de ovejas: se toca a diez por persona.

Auckland es la ciudad más multicultural del mundo: su millón y medio de habitantes proviene de cien nacionalidades diferentes.

Qué envidia nos dan los neozelandeses. Después de Dinamarca, su país es el menos corrupto del mundo, por delante de naciones como Finlandia o Suecia. El gobierno lucha con esfuerzo contra cualquiera que pretenda aprovecharse de su situación de poder y anima a los ciudadanos a denunciar cualquier actividad sospechosa. Lo dicho: queremos que nos envíen unos cuantos de esos dirigentes honestos y ejemplares para así poder tirar a los nuestros al mar.

También queremos que nos manden a España sus políticas de igualdad entre sexos: en 1893 se convirtieron en el primer país del mundo que permitía votar a las mujeres. En 1961, se evitó a estas mismas mujeres cargar con una pila de hijos cuando se legalizó la píldora anticonceptiva. Tras muchas reivindicaciones feministas, a mediados de los años 70 también se legalizó el aborto. Actualmente, la primera ministra es una mujer, Jacinda Ardern, de sólo 37 años: antes de ella ya hubo otras dos mujeres presidiendo el país. Además, Nueva Zelanda es uno de los países del mundo con más mujeres en el Parlamento.

El Blue Lake de Nelson ha sido declarado como el lago con las aguas más cristalinas del mundo. Cuando te sumerges en él, la visibilidad alcanza casi el centenar de metros. Además, estas mismas aguas son de las más puras del planeta.

Pese a que hayan compartido océano, influencia británica y factores culturales, no hay nada que le enfade más a un neozelandés que le confundan con un australiano. Cuando ambas naciones se enfrentan en los partidos de cricket, luchan como leones.

El deporte más seguido es el rugby. La selección nacional, los All Blacks, está considerada la mejor del mundo: ha ganado los dos últimos campeonatos mundiales y desde que se fundó en 2903, tiene el record de partidos ganados en competiciones internacionales. Llama la atención que antes de los partidos siempre realizan, como si de un ritual se tratara, la danza de guerra maorí Kapa-Haka. Hablando de deportes, Nueva Zelanda es el país del mundo con más medallas de oro olímpicas per capita.

Existen más de 400 campos de golf, uno por cada 9.000 habitantes. Y una librería por cada 7.500.

Desde que se estrenara la trilogía de «El Señor de los Anillos» (y posteriormente la de «El Hobbit»), Nueva Zelanda ha obtenido unas ganancias de más de 200 millones de dólares gracias al turismo que han atraído las películas. Imágenes de los films aparecían en los aviones de Air New Zealand, un Gollum gigante recibía a los pasajeros en el aeropuerto de Wellington y diversas agencias organizan tours por los escenarios de «Lord of the Rings»: el destino estrella es el pueblo de los hobbits, Hobbiton.

Hobbiton
Hobbiton: el destino soñado de los fans de los libros de Tolkien

Nueva Zelanda no sólo ha servido de escenario de rodaje para «El Señor de los Anillos». La espectacularidad de sus paisajes ha provocado que se hayan grabado aquí películas como «Avatar», «Las crónicas de Narnia», «King Kong», «El piano» o «30 días de oscuridad».

Los maoríes son los indígenas de Nueva Zelanda: tienen una población de 700.000 miembros, una séptima parte de la población total. Un 86% de ellos viven en la Isla Norte. El Te Reo, junto al inglés y el lenguaje de signos, es el idioma oficial del país: comprobarás que hay muchos lugares que están señalizados en inglés y Te Reo. Los maoríes se reúnen en los maraes, cuyo edificio principal es el wharenui. En algunos se permite la entrada a extranjeros: no olvides descalzarte y pedir permiso antes de hacer fotografías.

Aunque en la fauna neozelandesa hay 44 especies de reptiles, ninguna de ellas pertenece a las serpientes: no podrás encontrarlas en el país, al menos en libertad.

Un neozelandés, Sir Edmund Hillary, fue la primera persona en el mundo (junto a su sherpa Tenzing Norgay) en alcanzar la cima del Everest en el año 1953.

Después de Argentina y Chile, es el país más cercano a la Antártida.

Más de 50.000 personas se consideran seguidores de la religión Jedi, un 1,5% de la población. Que la fuerza les acompañe.

Nueva Zelanda forma parte de Zelandia, que recientemente se ha descubierto como un nuevo continente cuya mayor parte de su territorio, un 93%, está bajo el agua: es mayor que la India.

A los neozelandeses, como a los yankees, les encantan «las cosas a lo grande». Es por ello que a lo largo y ancho del país podrás encontrar la torre más alta del hemisferio sur (la Sky Tower de Auckland), un donut gigante en el pueblo de Springfield, la estatua de un salmón de 12 metros en Rakaia y otras similares representando a cangrejos, kiwis (tanto la fruta como el pájaro), zanahorias o manzanas.

Taumatawhakatangihangakoauauotamateapokaiwhenuakitanatahu: este es el nombre de uno de los pueblos de Nueva Zelanda, considerado el más largo del mundo.

A muchos niños se les permite pasar su primer año de escuela en casa: sus padres se convierten en profesores improvisados y el Estado supervisa que los pequeños estén recibiendo correctamente sus lecciones.

Niue, una pequeña isla autogobernada que aún así tiene un estado de libre asociación con Nueva Zelanda, tiene monedas, totalmente legales, con la cara de Pikachu.

La libertad sexual está a años luz de otras partes del mundo: la edad legal para consentir relaciones sexuales se sitúa en los 16 años, es legal el matrimonio homosexual y la maorí Georgina Beyer fue la primera transexual que se convirtió en Miembro del Parlamento. A nadie pareció importarle que años antes hubiera ejercido la prostitución, demostrándose que la sociedad neozelandesa es bastante tolerante.

El día nacional de Nueva Zelanda se llama Waitangi Day. Se celebra cada 6 de Febrero y las familias aprovechan para ir de picnic.

El dinero en metálico cada vez se estila menos: casi todas las compras, por pequeñas que estas sean, se hacen con tarjeta de crédito.

Rotorua es uno de los lugares más curiosos de Nueva Zelanda. Su intensa actividad geotérmica atrae a turistas de todo el mundo: sus spas de aguas sulfurosas brindan un montón de propiedades beneficiosas al organismo.

5 comentarios

  1. No lo pienses más y VEN. Es cierto, no es barato, yo estuve un año ahorrando y haciendo muchos sacrificios (tengo un post en el que explico cómo lo hice), pero jamás he tomado mejor decisión, mereció todo el esfuerzo. De verdad, ven a Nueva Zelanda, no te vas a querer volver 🙂 ¡Un saludo!

  2. Sin duda tiene que ser una pasada! Sobre todo para los fans de El señor de los anillos =D, tienes unas fotos muy chulas y viajes alucinantes. Te dejo mi blog por si quieres mirar http://www.unamillamas.net

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