Diez libros de viajes para inspirar una escapada

Leer y viajar, viajar y leer: una cosa conduce a la otra. La literatura es una fábrica imperecedera de sueños y, aún más importante, el mejor manantial de cultura al que nuestro cerebro nos da acceso. En mi caso, apenas recuerdo momentos de mi vida en los que no haya estado enganchada a un buen libro de cualquier temática. Desde que aprendí a leer con cinco añitos y descubrí ese placer infinito que era la lectura, siempre he vivido con la sensación de que me faltaba todo el tiempo del mundo para leer todo lo que quería. Siempre llevo encima una agenda para apuntar los libros que me recomiendan, los que descubro en un escaparate o los que de repente alguien menciona en una web. Pero si hay un género que realmente me fascina, este es el de la literatura de viajes . Una de las cosas que tenía clara cuando comencé el blog, y precisamente porque es algo que tanto echo de menos en otros blogs de viajes, es que aquí siempre tendrían cabida las reseñas de los libros de viajes con los que me iba encontrando. Porque aunque nunca en tu vida vayas a ir a un determinado país por las circunstancias que sean, la mejor manera de acercarte a sus costumbres, a su historia y a su sociedad será a través de los libros: pocos géneros aportan al lector tanta cultura general y tantos conocimientos como la literatura de viajes. Los que seguís a menudo nuestro blog sabéis que los libros de viajes son una parte imprescindible de nuestro contenido. Y lo seguirán siendo porque gracias a ellos han tenido lugar muchos de los viajes que luego he hecho y aquí os he narrado.

Aunque son muchas las críticas de libros que podéis encontrar en el blog, nunca está de más añadir unas cuantas recomendaciones extras. Ahora que comienza un nuevo año y quedan tantos ratos de espera en salas de embarque, tantos tiempos muertos en vuelos, qué mejor fuente de entretenimiento que un libro. Mientras viajáis a un destino, ya podéis ir pensando en el siguiente. Por dicho motivo, para ayudaros a inspiraros, he querido hacer una selección de los últimos libros de viajes que más me han gustado en los últimos tiempos. Algunos son novedades bastante recientes, otros son libros que me dejaron una profunda huella en el pasado y que con el tiempo he querido recuperar para volver a perderme entre sus páginas. En cualquier caso, todos ellos son delicadas joyas literarias que empujan a hacer el equipaje y que nos demuestran, una vez más, que el mundo está lleno de maravillas inigualables.

50 grandes viajes para hacer en la vida

Nuestra primera propuesta probablemente sea la más interesante que vas a encontrar este año en las librerías y uno de los mejores reportajes fotográficos que he visto en mucho tiempo. Los redactores de Trotamundos Routard han elegido, como su propio título indica, los 50 mejores viajes del mundo (a excepción de Europa, que supongo que entonces se editará en un volumen aparte). Historias que invitan a soñar saltando de continente en continente y con itinerarios de lo más evocadores: incluso los viajeros más experimentados se sorprenderán de las rutas tan originales, y en muchos casos semi desconocidas, que nos propone este libro.

Parques naturales de USA, como el de Arches en Utah con sus impresionantes arcos de piedra, las playas de arena albina de las Whitsunday australianas, el monte Koya japonés (la segunda «montaña sagrada» del país, rivalizando en importancia con el Fujiyama), las minas Gerais brasileñas (¡más grandes que España!), el palmeral de Skoura, considerado el más exuberante de Marruecos, el lago Atitlán en Guatemala y las coloridas aldeas que viven de sus aguas. Minneriya y Kaudulla en Sri Lanka, donde los elefantes juegan bajo el sol, los valles arenosos del desierto de Wadi Rum en Jordania, la ruta de las ballenas en la costa norte de Canadá, la ciudad más antigua del Rajastán indio (Jaisalmer), los pantanosos Everglades de Florida, repletos de caimanes y tortugas, la Capadocia turca, la Ruta Puuc en México, las pagodas de piedra de Bagan en Myanmar o las cuevas de Yungang en China: esplendorosos paisajes que pondrán en una complicada encrucijada al lector viajero, al que le costará decidirse por uno u otro. Si alguna vez llegan a la Tierra seres de otros mundos, les será difícil no admitir que vivimos en el planeta más bonito del Universo.

Hillbilly, una elegía rural

Ha sido uno de los grandes bestsellers en las librerías de Estados Unidos, aunque ha llegado a nuestro país hace pocos meses. Tal vez no sea un libro de viajes en el sentido más estricto de la palabra, ya que es la biografía de J.D. Vance y los recuerdos de su infancia en los estados de Ohio y Kentucky, pero sin duda nos ayudará a comprender cómo es la vida rural en la América profunda, quizás la faceta del país que más he disfrutado en mis viajes allí, esa cara oscura de la nación más poderosa del mundo.  Precisamente en esta novela se repasan los factores culturales que han forjado el carácter de los habitantes de los Apalaches y los Ozarks, esta última una zona que recorrimos en nuestro último viaje yankee (aprovecho para recomendaros «Ozark», la serie de Netflix que tan bien retrata el complicado modo de vida de estos pueblos perdidos en mitad de los bosques).

Aunque el término hillbilly se aplique únicamente a la gente de estas regiones, en realidad este tiene mucho que ver con otra palabra que os sonará bastante más: los rednecks, a los que peyorativamente hablando se conoce como «los paletos del sur». Unos y otros forman parte de lo que despectivamente también se denomina white trash (basura blanca), las clases más bajas de la comunidad blanca, esas que las clases altas no quieren cerca de sus barrios porque consideran que tienen más en común con la comunidad negra que con ellos mismos. Gente que vive en caravanas o viviendas de protección social, que ven de lo más normal dormir con un revólver guardado en el cajón de la mesilla, un grupo social que sufre en sus carnes las plagas de las drogas, la violencia y el alcoholismo. Ciudadanos de pleno derecho que sin embargo conviven con la sensación angustiosa y asfixiante de estar olvidados por el gobierno y la sociedad que les rodea, inadaptados a los que les cuesta seguir el ritmo de un sistema capitalista y exigente que priva de la más mínima oportunidad a los que han nacido en el seno de la más absoluta pobreza. El retrato descarnado de millones de personas que suponen una molestia para las clases acomodadas y que tan poco tienen que ver con ese país que pretenden vendernos, lleno de oportunidades y felicidad. En definitiva: el Estados Unidos de carne y hueso.

Mabuhay: Bienvenidos a Filipinas

Una de las novelas a las que más ganas tenía. Por mucho que había buscado, no había logrado encontrar un libro de viajes dedicado a Filipinas, un destino que siempre he visto como un micromundo dentro de Asia. Los tres siglos de colonización española dejaron una herencia francamente excepcional, comenzando por su propio nombre , en honor a Felipe II, y convirtiendo a Filipinas en un país que a nivel cultural poco tiene que ver con sus vecinos. Añadamos a ello que, junto a Timor Oriental, es el único país asiático con mayoría católica (una mayoría que, recalco, llega a alcanzar el 80% de la población), lo que ha amplificado aún más sus diferencias sociales con las naciones que le rodean.

Ramón Vilaró conoce de buena mano a Filipinas y a los filipinos, son casi cuarenta años los que lleva viajando allí. Ha vivido la dictadura de Ferdinand Marcos (¿quién no recuerda la repercusión que tuvo que se descubriera que su mujer Imelda tuviera tres mil pares de zapatos mientras el pueblo se moría de hambre?) y la llegada a la presidencia de Corazón Aquino, una de las primeras mujeres en Asia en alcanzar el puesto de jefa de Estado. Pero Vilaró no se limita a hablarnos de la historia más reciente de Filipinas sino también de las dos colonizaciones que marcaron la historia del país (primero la española y luego la estadounidense) y cuyas huellas aún pueden palparse en muchos aspectos de la sociedad local. Con él viajaremos por algunas de las más de 7.000 islas que dan forma al archipiélago, azotadas constantemente por tifones (una media de doce al año), en autobuses cochambrosos que tardan seis horas en cubrir una distancia de 200 kilómetros. A través de sus palabras conoceremos más de lo que supone para el filipino medio la figura de José Rizal (el gran héroe nacional, revolucionario que murió fusilado pero que condujo a Filipinas a la independencia), la historia de «los últimos de Filipinas», aquellos cuarenta soldados españoles que se negaron a reconocer la derrota de España y que fueron considerados unos verdaderos valientes por las tropas filipinas (tanto que hasta les perdonaron la vida y les repatriaron) y los grandes problemas actuales que azotan al país, como la pobreza o las desigualdades sociales. Por cierto, el título del libro, todo un acierto: «mabuhay» significa en tagalo «larga vida» y es la expresión que los filipinos utilizan para dar la bienvenida a los extranjeros a sus tierras.

El turista desnudo

Lawrence Osborne, británico que un buen día decidió mudarse a Bangkok tras dar unas cuantas vueltas al mundo y residir en lugares como Francia, Italia o Marruecos, es uno de los escritores mejor valorados en la literatura de viajes. Aunque ha colaborado con todo tipo de publicaciones y tiene en su haber unas cuantas novelas, para mí sus mejores artículos fueron los que periódicamente aparecían en el suplemento del New York Times. Hace sólo unos meses nos regalaba una de las obras más fascinantes del pasado año, el periplo de un viajero que se empeña en buscar rincones de nuestro planeta que aún no hayan sido descubiertos por el turismo (tarea bastante ardua, me temo). Esto le llevó hasta las lejanas tierras de Papua Nueva Guinea, un territorio en el que aún existen tribus que practican el canibalismo y donde viajar uno por su cuenta y riesgo puede convertirse en la más peligrosa de las aventuras.

Pero si Osborne ahonda en un destino tan salvaje e inhóspito, lo hace para por otro lado compararlo con algunos de los lugares más turísticos del planeta, caso de Dubai, refugio de millonarios, las islas tailandesas del mar de Andamán o su propia ciudad de residencia, Bangkok, donde las operaciones de estética están a la orden del día y son miles de personas las que aquí aterrizan «para hacerse un arreglillo». Más que un libro de viajes, que también lo es, una reflexión antropológica del daño que hace el turismo indiscriminado en un mundo en el que parece valer cualquier cosa con tal de llenarse los bolsillos.

De Alaska a la Patagonia en elefante

Hace unos meses, Rafa Ocón y Noe Escalera, los autores de «De Alaska a la Patagonia en elefante», me hacían llegar uno de esos libros adictivos y estimulantes que te cuesta muy poco comenzar a leer pero muchísimo finalizar, tanta es la lástima que te produce que se acaben las aventuras. Pese a que es un tocho voluminoso de más de 500 páginas, lo llevaba a todos lados conmigo: pocas veces un libro de viajes me ha absorbido de una manera tan intensa, no sabéis la de veces que me pasé de la parada de metro en la que me tocaba bajarme al encontrarme totalmente hipnotizada por la lectura.

Dejando a un lado la cuidadísima presentación de la novela, que incluye enlaces a vídeos que podrás disfrutar en su web Un millón de elefantes , el relato en sí es extraordinario y sobre todo cercano. Porque durante los dos años que duró este viaje que hicieron en furgoneta por América, desde Alaska hasta Ushuaia, te sentirás más de una vez identificado con las vicisitudes de su travesía, solidarizándote con su frustración cuando las cosas no salían bien y disfrutando con su mismo entusiasmo cuando los lugares únicos que recorrían compensaban cualquier penuria que hubieran sufrido antes. Un libro francamente especial que no sólo deberías comprar para ti sino también para sorprender a cualquier amigo infectado por el virus viajero.

Aventuras ibéricas

A Ian Gibson muchos le conoceréis por ser uno de los historiadores que mejor ha sabido analizar la idiosincrasia tan particular de nuestro país. Tan enamorado se encuentra de España que hasta acabó nacionalizándose español (en realidad él es irlandés) y ha estado muchas veces en el centro de la polémica por ser uno de los personajes que con más ahínco ha defendido que se cumpla la Memoria Histórica y se saquen de las cunetas a los más de cien mil republicanos que aún están enterrados en tumbas sin nombre: qué triste es que tenga que venir un extranjero a ponerle la cara colorada al gobierno por su nula colaboración para devolver a las familias los cadáveres de sus padres y abuelos.

Si eran muchas las obras que Gibson había dedicado a figuras como Federico García Lorca (otro de los asesinados cuyo cuerpo nunca fue recuperado) y en las que había diseccionado con minuciosidad la terrible herencia que dejó en este país el franquismo, cierto es que echábamos de menos un libro en el que nos llevara de viaje por España y nos mostrara a través de sus ojos cómo ve nuestro país el que no ha nacido aquí. Un tomo de más de 400 páginas en el que se narra su desembarco en España a mediados de los años 50, atraído por los seductores paisajes de Doñana ya que Gibson es ornitólogo, y que relata con todo lujo de detalles lo que ha sido medio siglo de romance con España.

Socotra, la isla de los genios

La otra noche, viendo en casa el programa «Pasapalabra» (con el que no veáis la de geografía que se aprende), uno de los concursantes se quedó a un palmo de ganar el premio porque no tenía ni idea de qué era ni donde estaba la isla de Socotra. Me llamó bastante la atención porque justo esos días me encontraba leyendo por segunda vez un libro que me enamoró en su momento, «Socotra, la isla de los genios». Su autor, Jordi Esteva, es uno de los más conocidos trotamundos de nuestro país, creador de libros magníficos como «Los oasis de Egipto» (Esteva vivió varios años en el país de los faraones), «Viaje al país de las almas» o «Los árabes del mar».

Sin embargo, para mí su novela más especial es esta, ya que nos lleva a uno de los lugares más misteriosos del mundo, Socotra, cuatro pequeñas islas del océano Índico que pertenecen a Yemen y que, como las Galápagos, tienen la particularidad de ser el hogar de especies endémicas (casi trescientas) que no pueden encontrarse en ningún otro rincón del planeta. Pero no sólo la fauna y la flora son un rara avis en Socotra: también las leyendas, intactas, que perduran en la isla pese al paso de los siglos y que son la excusa perfecta para que Esteva se acerque a sus habitantes. Un libro tan apasionante, especial y único que acabó posteriormente convertido en documental.

Negro sobre negro: Irán, cuadernos de viaje

Pese a que «Negro sobre negro» se editó por primera vez hace más de veinte años, he querido que tuviera su merecido hueco en este artículo ya que es una novela maravillosa que releo cada cierto tiempo y que suelo recomendar a menudo a los que me preguntan por libros de viajes. Pese a que la catalana Ana Briongos no tenga una bibliografía demasiado extensa, lo bueno, si breve, dos veces bueno. Puedo aseguraros que sus otros tres libros viajeros, «¡Esto es Calcuta!», «Un invierno en Kandahar: Afganistán antes de los talibanes» y «La cueva de Alí Babá», son igual de soberbios que este.

Ana Briongos pasó casi diez años viviendo a caballo entre Afganistán e Irán. Y es a este último país al que ha dedicado dos de sus novelas. «Negro sobre negro» se hace una obra de referencia indispensable para todos los que quieran acercarse a la realidad de la antigua Persia, desde el Irán de los tiempos del Shah al de la revolución islámica comandada por el ayatolá Jomeini, que supuso un triste retroceso en las libertades individuales (por poner el caso de las mujeres, se pasó del extremo de la prohibición estricta de usar velo a la imposición absoluta). Pero Briongos sabe que la mayoría de las veces, por no decir todas, los ciudadanos poco tienen que ver con los retrógrados políticos que gobiernan en su país (yo misma me identifico con dicho caso) y por este motivo, bucea en las profundidades de una sociedad hospitalaria, culta y orgullosa de descender de una de las civilizaciones más antiguas del mundo. Entre alfombras persas y humeantes tazas de té, la autora realiza uno de los análisis más sinceros que se han hecho sobre los iraníes y su espectacular patrimonio cultural, uno de los más atractivos del mundo.

Un millón de piedras

Este libro llegó a mis manos un buen día, casi de casualidad, cuando iba de voluntaria una vez a la semana a una librería en la que recogíamos libros usados. Y una tarde encontré este «Un millón de piedras» ¿quién podría haber abandonado una novela tan magnífica? Conocía a Miquel Silvestre no sólo por otros libros suyos como «La emoción del nómada» o «La fuga del naufrago» sino también por la multitud de reportajes que iba subiendo en Youtube y que conquistaron a los responsables de TVE, quienes acabaron ofreciéndole un programa propio, Diario de un nómada . Catorce países africanos recorridos a bordo de una moto que son sólo una pequeña parte de lo que ha supuesto su vuelta al mundo.

Grecia, viaje de otoño

Xavier Moret es uno de esos escritores que nos tiene siempre esperando con ansia la aparición de su nueva obra. Ya reseñamos aquí alguno de sus libros, como La isla secreta: un recorrido por Islandia , y ahora recuperamos su bibliografía con su último ibro, «Grecia, viaje de otoño». Un recorrido por el país heleno en una época en que los turistas han vuelto a casa, el Partenón se queda vacío (ya os relatamos en nuestro viaje a Atenas la cantidad de ventajas que tiene venir a Grecia en invierno) y Moret puede recorrer con tranquilidad y sin autocares hasta arriba de grupos organizados los principales rincones de Grecia. Mención especial el encuentro que tiene con Petros Márkaris ( quien precisamente regresa al mundo literario con un nuevo libro de viajes, Próxima estación: Atenas ) , un escritor de novelas policíacas que ha reinventado el género del thriller griego y que es uno de los más seguidos del país. Una fantástica novela que nos acerca a uno de los lugares más encantadores del mar Mediterráneo.