Los Angeles. Esa ciudad mastodóntica donde las calles pueden llegar a los cuarenta kilómetros de longitud, las autopistas son de seis carriles y cuando la observas desde el cielo, te das cuenta que por más que enfoques la vista, jamás encuentras sus fronteras. El destino soñado de miles de artistas principiantes, que sueñan con el estrellato al bajarse de esos autobuses que les traen de estados del interior del país, con su maleta bajo el brazo llena de aspiraciones e ilusión. El hogar de actores y cantantes multimillonarios que se recluyen en sus lujosas mansiones y, al mismo tiempo, una de las ciudades más peligrosas del mundo, donde los mexicanos trabajan por cinco dólares la hora y la policía no se atreve a entrar en South Central. La cara y la cruz de una ciudad única, a la que se la quiere o se la odia, y que hay que visitar al menos una vez en la vida. Pero para todos esos turistas que llegan aquí y se cuentan por millones ¿hay vida más allá de los Universal Studios y el Paseo de la Fama? La respuesta es sí. Una ciudad donde caben más de dieciocho millones de almas esconde un buen puñado de rincones inauditos. Y vamos a descubrírtelos con la intención de que te sirvan de inspiración cuando comiences a planear una visita a la meca del cine.

Museum of Death

El Museo de la Muerte fue inaugurado en San Francisco en 1995, aunque posteriormente sería trasladado a Los Angeles y ahora tiene una nueva «sucursal» en Nueva Orleans. Si sientes fascinación por todo lo que ha supuesto el fenómeno de los serial killers en Estados Unidos, esta es una visita obligatoria: la pareja que fundó el Museum of Death lleva años recopilando todo tipo de artículos referidos a los asesinos en serie y decidieron exponerlos en un edificio mítico de la ciudad, los estudios Westbeach Recorders, donde entre otras grabaron bandas como Pink Floyd. Advertimos que lo que vas a ver no es apto para mentes impresionables ya que se expone desde la cabeza decapitada de Henri Landru (conocido como Barba Azul, el asesino francés que mató a varias mujeres a principios del siglo XX) a instrumentos usados en autopsias, recorridos por asesinatos célebres como el de La Dalia Negra o los cometidos por Charles Manson, vídeos en los que se muestra cómo embalsamar un cadáver, fotografías de crímenes… En definitiva, un museo del horror en estado puro.

6031 Hollywood Boulevard

Cecil: el hotel maldito

Hay historias reales que parecen superar a las ficticias que nos cuentan en las películas. Este es el caso del hotel Cecil en Los Angeles, un hotel de 700 habitaciones que ahora se llama Stay on Main y que debido a lo económico de sus precios, ha atraído siempre a viajeros de bajo presupuesto. Pero la fama que le precede poco tiene que ver con sus publicitadas ofertas sino con su macabra historia, que han hecho de él uno de los edificios más siniestros de todo Estados Unidos.

Los orígenes del hotel se remontan a finales de los años 20, cuando se construyó pensado para atraer a huéspedes en viajes de negocios, aunque al final se acabó convirtiendo en el paraíso de los mochileros y gente de dudosa reputación que no podía permitirse un alojamiento más caro. Cuando llegó la Gran Depresión a principios de los años 30, la fama de su clientela dejaba mucho que desear, ya que aquí se alojaban principalmente ladrones, traficantes, prostitutas y matones de poca monta. Los precios eran tan bajos que los huéspedes podían permitirse estancias prolongadas e incluso hay personas que llevan viviendo aquí más de 30 años.En el Cecil llegaron a alojarse dos famosos asesinos en serie, Richard Ramírez, quien mató a trece personas, y el Asesino de Viena (este último estranguló con sus propios sostenes a doce prostitutas). También pasó aquí unas cuantas noches Elizabeth Short, más conocida como la Dalia Negra (acerca de la cual se hizo una película hace unos años), antes de ser descuartizada en 1947.

Pero estos no fueron los únicos «huéspedes ilustres». A finales de 1954 saltaba desde el séptimo piso Helen Gurnee, quien se había registrado bajo el nombre falso de Margaret Brown. Pauline Otten también se suicidó lanzándose desde la quinta planta y llevándose por delante a un peatón que paseaba en ese fatídico momento por los alrededores. Julia Moore también se había suicidado allí unos años antes.Y aún quedaban más cadáveres por levantar, caso de Goldie Osgood, telefonista del hotel que fue hallada violada y estrangulada en su habitación.

Pero el caso más sonado en los últimos tiempos ha sido el de Elisa Lam, una estudiante canadiense de 21 años que vino a pasar unos días en Los Angeles en 2013. Las cámaras del hotel (echad un ojo en YouTube porque las escenas son estremecedoras) muestran como Elisa entra en un ascensor totalmente aterrorizada, se agacha intentando esconderse, se asoma buscando a alguien que parece perseguirla, presiona todos los botones intentando escapar de allí… Son las últimas imágenes de Elisa con vida. Sus padres, alarmados ante su desaparición, dieron aviso a la policía. Mientras tanto, durante esos 19 días los clientes del hotel continuaron utilizando el agua como si tal cosa, bañándose, bebiendo y cepillándose los dientes. Ajenos totalmente a que el cadáver de Elisa se encontraba en uno de los tanques del agua de la azotea. Sin embargo, con el paso de los días el agua comenzó a salir verdosa y ahí fue cuando los bomberos se encontraron el cuerpo descompuesto de Elisa, que había muerto ahogada. La primera hipótesis que se barajó fue la del asesinato pero no había indicios de lucha ni heridas en el cuerpo de la víctima. La segunda hipótesis, la del suicidio, era aún más descabellada: ¿cómo había podido acceder a un área restringida para los trabajadores del hotel sin que se activara la alarma? ¿Cómo pudo subir a un tanque situado a tres metros de altura, sin escalerilla y entrar por una abertura tan pequeña que los bomberos debieron abrir un boquete en la parte inferior para poder extraer el cuerpo? ¿Por qué iba a querer suicidarse alguien que está felizmente de viaje y en cuyo cadáver no se encontró el más mínimo resto de drogas o alcohol?

Lo más curioso de todo esto es saber que ocho años antes, en 2005, aparece la película «Dark Water», cuyas dos protagonistas, sorprendentemente, se llamaban Dhalia y Cecilia, dos nombres íntimamente ligados a la historia del hotel Cecil. En el film Dhalia descubre en su nuevo apartamento un líquido oscuro goteando del techo. Posteriormente,se descubre el cuerpo sin vida de una mujer en el tanque del agua de la azotea. ¿Un anticipo de lo que ocurriría un lustro más tarde en el hotel más siniestro de California?

640 South Main Street

El edificio donde se rodó «Blade Runner»

Ya os hablamos de él en nuestro artículo Rincones únicos e indispensables en la Ruta 66 pero no está de más volver a recordarlo. Este edificio de cinco plantas conocido como Bradbury es uno de los iconos de los amantes del cine de ciencia-ficción: su arquitectura interior, casi por completo de acero, es sencillamente espectacular (muchos piensan que fue un pionero en su época del estilo steampunk). Debido a que actualmente se encuentra allí un departamento de la policía de Los Angeles, los visitantes, aunque son bienvenidos y atendidos por un guía estatal, sólo pueden acceder a la primera planta.

34 S. Broadway

Brick Wall Building Architecture Bradbury Building

Sunken City

Uno de los lugares más siniestros de L.A. está en la zona de San Pedro: un movimiento de tierras en 1929 provocó que varias casas de familias acomodadas cayeran al mar. Son muchos los angelinos a los que les gusta ir a pasear entre los restos de aquella catástrofe, aunque mejor hacerlo de día pues la zona tiene fama de conflictiva. Muchas de las rocas y calles abandonadas ahora están cubiertas de graffitis: la intención es recuperar Sunken City como atractivo turístico.

Catedral de Nuestra Señora de Los Angeles

Este edificio modernista, que poco tiene que ver con las iglesias a las que estamos acostumbrados, fue diseñado por un arquitecto español, Rafael Moneo, e inaugurado en el año 2002. Está dedicado a Santa Vibiana, la patrona de la ciudad, y en el sótano reposa una cripta con más de seis mil tumbas, entre las que se encuentra la del conocido actor Gregory Peck.

555 W. Temple Street

Castillo Lummis

Quién nos iba a decir que en una ciudad futurística como esta íbamos a darnos de bruces con un pequeño castillo. Su dueño fue Charles Lummis, un historiador que había emigrado desde Cincinnati y venía a Los Angeles a trabajar como reportero. Pero traía la ilusión de vivir en un lugar realmente especial y por ello decidió construir un castillo de piedra con sus propias manos. Se puede visitar gratuitamente sábados y domingos por la mañana.

200 E. Avenue 43

The Silent Movie Theater

Gloriosos tiempos aquellos que vieron el nacimiento del cine y todas las películas que se proyectaban eras mudas. Este cine, que fue cerrado en los años setenta pero volvió a abrirse en 1991 (y donde años más tarde su propio dueño recibiría un disparo en su hall de entrada), decidió volver a proyectar películas mudas, inaugurando este nuevo ciclo con la célebre «Tiempos Modernos» de Charles Chaplin. Cada miércoles podrás vivir esta curiosa experiencia en la que el único acompañamiento acústico es el sonido de un órgano. Todo ello en una sala que recupera la decoración art deco de los años 40.

611 N. Fairfax Avenue

El Museo de las Relaciones Rotas

Que hay museos de lo más inverosímiles repartidos por el mundo es algo que cada vez más a menudo comprobamos en nuestros viajes. Este en concreto lo fundaron dos artistas croatas, Olinka Vistina y Drazen Grubisic, quienes además eran pareja y tras sufrir una ruptura, decidieron dedicar una exposición a las relaciones amorosas inacabadas. Se dedican a recoger objetos donados por personas que se acaban de separar, desde trajes de novia a cartas y regalos.

6751 Hollywood Boulevard

El Jardín de Oz

Pocos rincones tan coloridos y alegres como este. Escondido en las colinas de Hollywood se encuentra este pequeño jardín obra de Gail Cottman, quien ha intentado crear un curioso espacio dedicado a una de sus películas favoritas, «El mago de Oz». Una bola de cristal, un buzón donde podrás depositar tus cartas hacia ese destino imaginario, tronos de piedra dedicados a personajes como el Dalai Lama o Elvis, esculturas, murales de mosaicos de colores… Aunque oficialmente no está abierto al público, se puede divisar desde la calle de enfrente. Y Cottman tuvo un detalle precioso con los niños del vecindario: les entregó a cada uno de ellos una llave para que pudieran jugar allí dentro siempre que lo desearan.

3040 Ledgewood Dr.

Self-Realization Fellowship Lake Shrine

En el barrio de Pacific Palisades se encuentra un rincón realmente idílico, fundado por el yogi Paramahansa Yogananda. Se trata de un pequeño templo junto a un lago y en el que hay un monumento dedicado a diferentes religiones y otro memorial a Gandhi. Elvis Presley era uno de sus visitantes más asiduos y el funeral del Beatle George Harrison se celebró en estos jardines.

17190 Sunset Boulevard

Las casas de «Blancanieves y los siete enanitos»

Podrás encontrarlas en el 2900 de Griffith Park Boulevard, un complejo de preciosas casas construidas en 1931 que inspiraron a Walt Disney para la película «Blancanieves». Se encuentran muy cerca de donde el director tuvo sus estudios desde 1926 a 1940. Aparecen también en una de las mejores películas de David Lynch, «Mullholand Drive».

2900 Griffith Park Boulevard

Canales de Venice

Venice se llama así por algo: no podían faltar los canales. Un bellísimo resort que construyó el millonario Abbot Kinney y que pretendía traer a tierras californianas los efluvios de Venecia. Al principio, hasta se podían ver góndolas en estos canales pero con el tiempo acabaron desapareciendo. Tras unos años de decadencia, esta red de canales resucitó y fue restaurada, convertida en un remanso de paz en una ciudad en la que los atascos de tráfico son constantes.

Para llegar hasta aquí, has de ir hasta South Venice Boulevard, girar en la 27th Avenue y llegar hasta Pacific Avenue.

Templo de la Santa Muerte

En el número 4902 de una de las calles más glamourosas de los Angeles, Melrose Avenue, se encuentra esta curiosa iglesia dedicada a la Santa Muerte de Tepito, una de las deidades mexicanas más queridas en el país azteca. Hay que recordar que por su cercanía geográfica la ciudad de Los Angeles acoge a miles de inmigrantes mexicanos, que han querido traerse consigo sus cultos religiosos. Los templos mexicanos suelen tener un toque kitch que los hace aún más especiales. A los santos se les brindan como ofrendas desde chocolatinas a paquetes de tabaco o botellas de tequila. La Santa Muerte es, además, la santa preferida por los colectivos marginados de la sociedad: prostitutas, narcotraficantes, ladrones, drogadictos… Es por ello que este es el grueso de sus feligreses. También son muchos los que en sus plegarias solicitan mal de ojo contra personas que no les son gratas: por este motivo,y por representar a la santa como un esqueleto, la iglesia católica siempre ha rechazado su culto, acusándola de «veneración satanista». Sin embargo, el templo de la Santa Muerte de L.A. no hace más que incrementar su número de devotos, especialmente a principios de Noviembre en la festividad del Día de los Muertos, y el 15 de Agosto, Día de la Santa Muerte.

4902 Melrose Avenue

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Air Hollywood Film Studio

Si quieres descubrir donde se han rodado la mayoría de las escenas de las películas que transcurren en el interior de un avión, has de venir al Air Hollywood Film Studio. Se abrió en 1998 ante la necesidad de contar con estos decorados específicos que simulan desde los aviones más antiguos a los más futuristas. Y no falta ningún detalle, desde bandejas para la comida en los respaldos de los asientos a parafernalia de las aerolíneas. Además, para facilitar los rodajes los pasillos se han hecho más anchos de lo que son en realidad y así dan facilidad de movimiento a los actores.

13240 Weidner Street

The Masque: el primer club punk de Los Angeles

Si en Europa Londres fue la pionera en el movimiento punk, en USA Nueva York y Los Angeles no le fueron a la zaga. Nadie parece ponerse de acuerdo en cuál fue el primer concierto punk en la ciudad angelina pero todo el mundo está de acuerdo en cuál fue el primer club: The Masque. Un local ubicado en un sótano, propiedad de un inmigrante irlandés, que comenzó a funcionar como bar en 1977 y donde comenzaron  a reunirse los primeros fans de esta música. Hoy el club se ha reconvertido en la sede de una compañía de vídeo, World of Wonder, pero aún sobreviven los graffitis originales.

1655 North Cherokee Avenue

El hotel donde falleció Janis Joplin

El 4 de Octubre de 1970 una de las mejores vocalistas que ha visto el mundo de la música, Janis Joplin, fallecía por una sobredosis fatal en una habitación del hotel Landmark Motor. Janis sólo tenía 27 años. El edificio continúa allí pero ahora se llama Highland Gardens; en cualquier caso, puedes alojarte en la habitación donde Janis pasó los últimos meses de su vida y donde una placa conmemorativa y las dedicatorias de los fans en las paredes recuerdan a una de las figuras más importantes del rock.

7047 Franklin Avenue

El parque del ajedrez

Qué bonito es mantener esa entrañable tradición de la que sólo parecen acordarse los más ancianos: la de jugar al aire libre a los juegos de mesa. En el International Chess Park de Venice Beach aún se reúnen muchos de ellos para jugar al ajedrez, aunque a menudo ni siquiera hablan el mismo idioma. Da lo mismo: el ajedrez es universal.

Ocean Front Walk

Aquí te dejamos los dos programas que dedicamos a Los Angeles en La Ruta 61 de Radio Viajera…

Y si quieres saber más sobre California, escucha nuestros programas…

2 comentarios

  1. Hala, qué pasada este post :O No tenía ni idea de estos rincones tan fascinantes de LA. Muchísimas gracias.

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