En el hostal que me suelo quedar cuando viajo a Bangkok, tienen abajo, junto a la piscina, un pequeño restaurante donde sirven comidas a cualquier hora del día (y los cocineros son fabulosos, por lo que son muchas las noches que ceno allí). Acostumbrados como están a que el noventa por ciento de los clientes seamos occidentales, el desayuno que se suele servir es continental: un par de huevos con salchichas y tostadas. Sin embargo, yo soy de las que opina «que donde fueres, haz lo que vieres» y a mí me gusta desayunar a la tailandesa: la cara de las camareras no tenía precio la primera vez que las pedí a las ocho de la mañana un khaotom, que es lo que los thais suelen tomar para desayunar, un bol de arroz hervido generalmente servido con pollo, pescado o carne de cerdo. Esa solía ser mi rutina mañanera: el resto de los huéspedes me miraban como si estuviera trastornada pero en realidad mi desayuno tenía bastante menos grasas y colesterol que el suyo y sin embargo me proporcionaba la misma energía para las largas caminatas que tenía por delante.

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Que tengo debilidad por la comida asiática es algo que os comentado muchas veces. Es uno de los placeres que más disfruto cuando viajo a Asia y como cuando vengo a España lo echo tanto de menos, he aprendido a hacer un montón de recetas en casa para llevar mejor la morriña. Reconozco que la gastronomía tailandesa es una de mis favoritas, pese a que muchos se quejen de que a veces peca de excesivamente picante (quizás por eso me gusta tanto, yo que me declaro adicta a las emociones fuertes). En Tailandia, como en muchos otros países asiáticos, la preparación de los platos es todo un ritual, pese a que curiosamente luego no se lleve mucho eso de comer en casa (en muchos hogares tailandeses no hay ni cocina) y la gente prefiera comer en la calle sentada en cualquier sitio: hay tantos puestos callejeros por todos lados y con unos precios tan bajos que no merece la pena preparar la comida en casa.

Hasta hace apenas un siglo los tailandeses, como los hindues, comían con las manos; el uso de cubiertos y mesas sólo comenzó a ser común a finales del siglo XIX, después de que el rey Chulalongkorn regresara de un viaje por Europa e introdujera en la sociedad de su país estas «modernidades» como las cucharas de cerámica para las sopas. La base de la gastronomía thai se encuentra en el khluk, que no es otra cosa que mezclar los sabores y aromas de los distintos platos con arroz hervido (los tailandeses conocen el arroz como khao). Es costumbre que se suelan servir todos los platos a la vez, incluidas las sopas, y que se pongan más platos que invitados haya a la mesa, por aquello de que nadie se quede con hambre. Generalmente, el menú suele incluir verduras, tanto crudas como cocidas (khrueang chim) que vienen aderezadas con diferentes salsas de chile (nam phrik), sopas tanto picantes como suaves, estofados (curry) y platos de carne frita, pescado, marisco o verduras. A los tailandeses les encantan los platos muy especiados por lo que siempre suele haber una amplia variedad de salsas para elegir: muchas de ellas pican muchísimo, por lo que se tira del pepino para mitigar un sabor tan intenso.

Como os comentábamos antes, es normal que muchos tailandeses coman solos o con poco tiempo para sentarse a la mesa, por lo que es habitual que tiren del khao rat kaeng (lo que los farang, los extranjeros, conocemos como rice curry), que es un plato individual que suele llevar arroz y curry. Verás que lo sirven en un montón de puestos a lo largo y ancho del país.

A los tailandeses les pirra ayudarse de hierbas y productos frescos para preparar sus comidas. Destaca el uso del ajo, el cilantro, el jengibre, la galanga (que tanto me cuesta encontrar en España), la lima, la salsa de pescado y el chile. Además, para darle un toque dulce a los platos, se tira de azúcar de palma; las carnes más consumidas son las de cerdo, pollo y en menor medida pato, ternera y búfalo de agua, el cordero y la cabra sólo son consumidos por los tailandeses musulmanes. En cuanto al marisco, la gamba gigante, la langosta y los langostinos tigres es lo más común; de pescado les gusta el platoo (una especie de sardina), tienen un plato bastante curioso que se llama pla ra, que es un pescado fermentado durante varios meses, y el pescado además es usado para hacer pastelitos de postre. En cuanto al arroz, como veis es un indispensable para las guarniciones (en la cocina tailandesa se usan hasta treinta variedades diferentes): yo el que suelo cocinar es el arroz jazmín, que aunque es de los más caros, también es de los más delicados para el paladar. Del arroz suelen salir también la mayoría de los noodles (fideos), que se toman calientes, en ensaladas, en sopas, fritos… hay mil y una forma de prepararlos.

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La fruta es fundamental en el menú tailandés y una de las cosas que más disfruto cuando viajo a Tailandia es pasearme por los mercados callejeros y observar (y probar) todas esas frutas extrañísimas que no podemos encontrar en los mercados europeos; aunque afortunadamente yo, que tiro mucho de los mercados asiáticos en Madrid para hacerme con ingredientes, cada vez encuentro aquí más frutas de este tipo. Una de las que más les gusta es el durián aunque reconozco que jamás he sido capaz de probarla: al abrirla depende un olor a bomba fétida que te empuja al mareo… aunque dicen que está muy sabroso y sabe parecido a la chirimoya. La fruta del dragón (que encima es super bonita, tan rosita ella) es una de mis favoritas; también me encantan el longan, el mangostan, el rambutan o el santol. Lo curioso es que los tailandeses no sólo usan la fruta para comerla sola, en ensaladas o como base para mermelada; también se utiliza en muchos platos calientes y picantes, lo que dispara su sabor al convertir las recetas en una explosión de contrastes entre lo ácido y lo dulce.

Después de esta introducción, fijo que te ha entrado un hambre canina. Así que es hora de mostrarte algunos de mis platos favoritos de la gastronomía tailandesa, para que si es la primera vez que vas al país no te coja de nuevas. Y si ya has estado, así tienes la excusa perfecta para revivir tus recuerdos, ponerte en casa delante de los fogones y demostrarle al mundo que estás hecho un cocinillas. Como en todo, hay niveles de dificultad en ciertos platos pero en general la cocina tailandesa no es complicada; lo que ocurre es que a veces los platos llevan muchos ingredientes y hay que seguir ciertas pautas de orden, lo que puede hacer parecer que el proceso es más laborioso de lo que en realidad es. Pero en serio, no es para tanto. Además, piensa lo mucho que luego te va a compensar cuando te sientes a la mesa y te lleves a la boca semejantes delicatessen.

Tailandia

Pad thai

Siiiiii, ya sabemos que el pad thai es el plato más conocido de la gastronomía tailandesa. Pero precisamente por ello debíamos comenzar con él. Lo ideal es que te compres un wok (no son caros) para prepararlo; aunque dependiendo de en qué parte de Tailandia estés lo cocinarán de un modo u otro, aquí te dejamos su versión más común. Se compone de unos noodles de arroz con huevo revuelto, gambones o langostinos, tofu, brotes de soja, salsa de pescado, cebollino, chile en polvo y un toque final de zumo de lima y cacahuetes picados. Te hartarás de comerlo en tu viaje porque lo sirven en todos sitios. Pero te aseguro que nunca cansa.

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Tom Yum Goong

Ya os he contado más de una vez que soy una sopera acérrima: cuando viajo a Japón, puedo sobrevivir a base de ramen. Puede parecer chocante que en un país tan caluroso como Tailandia se vuelvan locos por las sopas pero yo, que soy de las que se aprieta un buen cocido hasta en pleno verano, les comprendo perfectamente: una buena sopa nunca sobra. En Tailandia la sopa se llama tom yum y se toma a cualquier hora del día; dependiendo del ingrediente principal, el sufijo final será uno u otro: así, la sopa de pollo es tom yum gai, la de marisco tom yum talay y la de pescado la tom yum pla. Pero a mí la que más me gusta es la de gambas (o langostinos), la tom yum goong. Ojo que es una sopa bastante picante pero ahí está su encanto: el contraste entre la leche de coco, el cilantro y el toque cítrico de la lima keffir le dan un sabor muy especial. En los puestos callejeros la podréis encontrar por apenas sesenta céntimos el bol.

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Som Tum

Aquí llegamos a lo que os comentaba antes: ¿una ensalada de papaya picante? Pues sí, así son de «salaos» los tailandeses, que no se cortan a la hora de mezclar sabores. La primera vez que la ví en una carta de un restaurante de Chiang Mai, reconozco que me quedé indecisa: ¿la pedía?¿no la pedía? Y claro, la pedí. Aunque a priori parezca una combinación extraña, os lo aseguro, está deliciosa.  Es una ensalada que se come mucho en el norte de Tailandia (y dicen también que es el plato favorito de las tailandesas). Hay de dos tipos: la que se hace con langostinos y cacahuetes (som tum thai) yla que se hace con cangrejo (som tum pbooh), aunque ambas se preparan casi igual. Papaya verde, tomates cherry, la imprescindible salsa de pescado, judías verdes, marisco, azúcar de palma, chile, ajo y lima. Para chuparse los dedos.

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Curry rojo, amarillo y verde

En Tailandia puedes encontrar los tres curries más famosos, a cual más colorido: el rojo, el verde y el amarillo. En casa los preparamos todos y los tres están riquísimos. El amarillo, que lleva cúrcuma, es el que más me recuerda en sabor al curry hindú. El verde tiene dicho color por el cilantro y los chiles verdes. Y el rojo, el más picante, puede llegar a llevar hasta veinte pequeñas porciones de chile rojo (a nosotros es el que más nos gusta). En el oeste del país también es común encontrar curry panang y curry masamam, muy sabrosos también.

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Pastel de pescado

El tod mun pla, el pastel de pescado, es un plato que no solemos encontrar en los restaurantes tailandeses que hay en España y es una pena porque es un manjar. Yo siempre digo que es la versión thai de las croquetas que preparaban nuestras abuelas. En realidad, la elaboración es parecida aunque con ingredientes diferentes; en Tailandia se suele tomar para picoteo más que como plato principal. Se suele acompañar de una salsa de pescado bastante dulzona.

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Miang Kham

El miang kham no sólo se come en Tailandia sino también en Laos. Es otra especie de tentempie que sienta bien a cualquier hora. Se podría traducir como «comida envuelta en hojas que se come de una mordida». Y, en realidad, así es. Las hojas que se suelen usar son las de albahaca, que proporcionan al plato un frescor que es de agradecer; el relleno casi siempre es de gambas, cebolla y cacahuetes.

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Khao Soi

Volvemos a nuestras amadas sopas con uno de los platos más típicos de Chiang Mai: el khao soi. Su orígen se cree que es chino. Se toma muy, muy caliente: este delicioso estofado de pollo con caldo de curry y coco mezclado con noodles no es tan habitual en los restaurantes de la capital, por lo que os recomendamos que lo busquéis en las cartas si vais al norte del país.

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Thai Tempeh

El tempeh es un alimento muy extendido en el sudeste asiático aunque nosotros donde más lo hemos visto ha sido en los mercados de Indonesia. Es un producto parecido al tofu que también proviene de la soja y del que se dice cuenta con un montón de beneficios ya que aporta un montón de proteínas y ejerce como antibiótico natural. En Tailandia se usa bastante en la cocina, sobre todo para menús vegetarianos; a mí una de las recetas que más me gusta es la de ensalada de tempeh con noodles, espinacas y zanahorias. Y sí, es picante.

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Thai pork fried rice

Otra de mis recetas favoritas. También bastante picante y especiada pero un chute de energía en los días de más calor, que es cuando más tiramos de nuestras reservas. A los tailandeses les gusta mucho la carne de cerdo y en este caso suelen usar la de las costillas, que es de las más jugosas. Es uno de los platos más «callejeros», puedes encontrarlo en cientos de puestos. Se suele servir con arroz frito con tortilla.

The Pork Fried Rice Made Dish Thailand Food

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Y acabamos con un postre: arroz con mango. Puede que parezca de principio un poco raro ¡pero recordad que aquí nos encanta el arroz con leche! Y a fin de cuentas, este es parecido, el arroz glutinoso se prepara con leche de coco y azúcar de palma. Luego se sirve con porciones de mango… ¡y el resultado es espectacular!

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2 comentarios

  1. Adoro la comida internacional. La tailandesa es una de mis preferidas… Sin embargo, considero que es dificil encontrar restaurantes de este tipo. Actualmente vivo en Murcia pero, quizás sea por desconocimiento, solo conozco un sitio que ofrezcan este tipo de comida.

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