De vaca, cabra, oveja, búfala o camello, frescos, curados, en crema, azules o incluso verdes (hace poco compré uno al pesto que era de ese color)… La variedad en el mundo de los quesos es infinita. Sólo en España contamos con más de cien tipos diferentes, imagínate los que nos quedan por descubrir del resto del mundo. A excepción de Asia, donde genéticamente tienen intolerancia a la lactosa y en países como China aborrecen la leche (suelen sustituir el queso por tofu), en el resto del planeta el queso es considerado un manjar. Incluso son muchos los viajeros que, al igual que los amantes del vino, se embarcan en tours gastronómicos dedicados íntegramente al queso. Son muchas las regiones queseras en el mundo: aquí te presentamos las más importantes.
– Castilla la Mancha (España): El queso manchego (conocido también como el queso de Don Quijote) es famoso en el mundo entero. Su fuerte sabor, casi picante en el caso de los más curados, hacen de él una delicia para el paladar. Se elabora a partir de la leche de las ovejas autóctonas. Tomarlo con un poquito de jamón y un buen Rioja puede constituir el mejor de los aperitivos. Hay multitud de queserías castellanas que se pueden visitar: las irás descubriendo a pie de carretera.
– Asturias (España): Conocida como el País de los Quesos, es la región de Europa con más variedades (42). Viajar a tierras asturianas y no volver cargado de quesos es un sacrilegio. Su queso más conocido es el de Cabrales (fortísimo de olor y sabor pero sabrosísimo), que se sigue curando de forma artesanal en cuevas naturales de los Picos de Europa. A mí me encantan también otros no tan conocidos pero deliciosos: el Gamonedo, el Afuega’l Pitu y La Peral.