Esa mañana nos levantamos bastante temprano ya que partíamos desde Osaka, queríamos gastar el día en Himeji y ya por la noche estar durmiendo en Tokio.Pero si os alojais en Kyoto u Osaka y quereis incluir a Himeji como una excursión de un día,es perfectamente factible,se tarda apenas una hora de tren por trayecto.Cuando llegamos a Himeji,aprovechamos para dejar las mochilas en la consigna de la estación (no recuerdo el precio pero era barato,algo así como 2 euros) y así no íbamos cargadas.Como en realidad Himeji lo único reseñable que tiene para visitar es el castillo y además queríamos recorrerlo sin prisas nos fuimos allí directamente.El Castillo se encuentra en lo alto de una colina y hay un paseíto pero así aprovechas para dar una vuelta por la ciudad.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Aunque como comenté antes, Himeji es el castillo más visitado de todo Japón,al ir nosotras en invierno había mucha menos gente de la esperada y esto fue un alivio al visitarlo por dentro,podías ver todo con tranquilidad y sin empujones.Lo cierto es que Himeji es una construcción fascinante que merece echarle su tiempo:en mi opinión es el mejor lugar del país para acercarse de un modo más intimo al modo de vida de la clase alta en el Japón feudal.

En los últimos tiempos,he leído que Himeji ha estado restaurándose y esto ha impedido el acceso a los visitantes a ciertas zonas;cuando nosotras estuvimos,se encontraba abierto al completo, mejor que te informes antes de ir.La entrada es bastante barata, si no recuerdo mal, 600 yenes, poco más de 4 euros para visitar un recinto realmente grandioso.Ya podrían aprender otros países de los japoneses a la hora de cuidar al viajero:precios desorbitados en otros lugares del mundo por entrar a museos y residencias históricas (más aún en España ¿9 euros por entrar al Palacio de La Granja en Segovia,que es lo mismo que cuesta el Louvre?) echan para atrás a mucha gente y alejan la cultura de muchas personas interesadas en este tipo de turismo.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

La historia del Castillo de Himeji se remonta a hace más de 700 años.Lo levantó el clan Akamatsu,aunque por aquel entonces era mucho más pequeño,y fue en el siglo XVI cuando Kuroda Shigetaka le dió la apariencia que luce actualmente. Posteriormente, la ciudad iría creciendo a su alrededor,mientras a lo largo de los siglos fueron ocupando sus dependencias los distintos clanes que gobernaban la zona de Harima,que además constituía una provincia de paso para muchos viajeros.

Lo curioso es que Himeji haya podido llegar «vivo» hasta nuestros tiempos.A finales del siglo XVII se abolía el feudalismo en Japón,por lo que se estableció la Ley de Abandono de Castillos,ya que en teoría ahora estos no servían para nada (ya,es una barbaridad,pero la gente en aquella época valoraba poco la importancia cultural de muchas edificaciones).Así,Himeji fue puesto a subasta y adquirido por un vendedor de Komeda…a un precio que hoy equivaldría a poco más de 600 euros.Sin embargo,el comerciante fue incapaz de sacarle partido y lo revendió al Ministerio de la Guerra,quien lo utilizó para dar clases de entrenamiento a sus militares.Con el paso del tiempo,la plebe se dió cuenta del valor sentimental del castillo no sólo para Himeji sino para Japón entero y presionó para que se iniciaran obras de restauración.

Otra época trágica para Himeji llegó con la Segunda Guerra Mundial.Los japoneses eran conscientes de que el castillo era una perita en dulce para los bombarderos estadounidenses por lo que intentaron oscurecerlo para que fuera complicado distinguirlo desde las alturas.Aun así,en 1945 cayó una bomba en la torre principal…que,milagrosamente,no explotó.Desde entonces,el Castillo de Himeji ha sido tratado con mimo por el pueblo nipón y lo expone con orgullo a viajeros de todas las partes del mundo.

3

Himeji es un perfecto ejemplo de lo que es un típico castillo feudal japonés.Concebido a partes iguales como fortaleza y residencia.Esta función defensiva fue tan importante a la hora de diseñarlo que,contrariamente a lo que ocurre en la mayor parte de los castillos europeos,aquí el interior no es diáfano sino un laberinto de corredores y pasadizos que hacían aún mas difícil el acceso a las fuerzas invasoras.Muchos de estos pasadizos eran tan estrechos como para que sólo pudiera pasar una persona e incluso había cuartos secretos para poder atacar por sorpresa al enemigo. Curiosamente, sin embargo el castillo nunca llegó a ser atacado por tropas terrestres,por lo que por fortuna el enrevesado sistema nunca hubo de ponerse a prueba.

El Castillo de Himeji es un hirayamajiro,que son los castillos que se construyen en lo alto de una colina,en este caso el monte Himeyama,a espaldas del bosque (la leyenda cuenta que un pasadizo secreto comunicaba el castillo con el bosque pero a día de hoy los arqueólogos no han sido capaces de localizarlo).Las tres circunferencias amuralladas que lo rodeaban eran las kuruwa;hoy en día sólo es reconocible la más interior ya que las otras dos se extendían hasta la antigua ciudad feudal,donde hoy en día se ubica la urbe de Himeji.Aún así,este kuruwa interior abarca 23 hectareas,que no es moco de pavo.

Para acceder a la torre principal hay que hacerlo por el camino laberíntico en zigzag que os comentaba antes.A su entrada,una puerta única en la arquitectura de Himeji,con una estructura diseñada para poder lanzar flechas desde ella.La torre principal tiene seis pisos de altura además de la base (92 metros de altura,es imponente!) y está rodeada por otras tres torres menores.Lo de tener seis pisos es relativo,ya que desde fuera parece que sólo hay cinco:esto era hecho con la idea de que los invasores no se percataran de esa planta extra,donde se esconderían el shogun,sus familares más cercanos y un pequeño ejército que los defendiera.Lo más destacado desde el exterior son sus preciosos tejados a cuatro aguas.Como observareis cuando lo recorrais por dentro,las ventanas son bastante pequeñas ya que su función,más que para atraer la luz,era principalmente defensiva:cuanto menos hueco dejes a tu rival,más fácil es la defensa.

Ya dentro del castillo,podrás visitar el area donde vivían las damas de la corte y,en una construcción aparte,sus sirvientas:aún se guardan cosméticos utilizados en aquella época.También hay un depósito,que sirvió para almacenar basicamente agua y arroz,varios pozos de piedra,la sala del señor del castillo,un santuario,las habitaciones de la princesa…Por dentro es enorme y hay un montón de salas para visitar;en muchas de ellas se exponen armaduras y trajes militares de la época,aunque en general las salas están muy despejadas,ya sabeis que los japoneses,al contrario que los monarcas europeos,son poco dados a acumular muebles,aunque en este caso hubiera espacio de sobra.

Uno de los edificios más peculiares es el Harakiri-maru, el lugar donde los samurais realizaban el harakiri,el suicidio donde se cortaban las tripas, dibujando un cuadrado,con una katana.Y no te vayas sin acercarte al Pozo de Okiku:la leyenda cuenta que una sirvienta se enteró de los planes de un noble para ocupar el puesto del señor feudal,alertó a su señor y el noble en venganza la acusó de ladrona y la torturó hasta la muerte,tirando su cadáver al pozo.Y desde entonces,su fantasma gime atormentado cada noche,recorriendo de puntillas los fríos suelos de madera del castillo de Himeji.

YOKOHAMA

Nuestra última parada de este primer viaje a Japón era la ciudad de Yokohama.Tengo que reconocer que fue la única ciudad del viaje que me dejó ni fu ni fa.Lo único bueno es que al estar tan cerquita de Tokio,sólo 30 minutos en tren,puedes planteártela como una excursión de un día,que fue lo que hicimos nosotras.Creo que a esa sensación de que Yokohama,pese a ser gigantesca,es poco más que una ciudad-dormitorio se unió el hecho de que el día que nos acercamos fue el único de todo el viaje que nos llovió a cántaros y el viento te cortaba hasta el habla.Acabamos tan cansadas y ateridas de frío que a la vuelta nos quedamos sobadísimas en esos vagones tan calentitos…y nos despertamos una hora después de haber llegado a nuestra parada.

Lo más reseñable de Yokohama es su Chinatown,probablemente uno de los más grandes del mundo.Japón no es un país que se prodigue en acoger inmigrantes (de hecho sólo hay tres barrios chinos en Japón,este,el de Nagasaki y el de Kobe) pero lo cierto es que la comunidad china es bastante extensa y el barrio chino de Yokohama mola un montón.Sobre todo porque es súper auténtico aunque también es cierto que en general me pareció bastante más caro que otros Chinatown del mundo donde he estado. Algo que me extrañó sobremanera porque sin embargo,y como he repetido varias veces en este blog, en el resto de Japón comer es super barato y sin embargo aquí los precios de los menús se encontraban por encima de la media.Me da la impresión que al ser de los pocos atractivos turísticos de la ciudad se aprovechan de su exotismo para clavársela al que venga de fuera.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Para llegar a Chinatown tienes dos estaciones cerquita,la Motomachi-Chukagai, perteneciente a la Minatomirai Line, e Ishikawacho de la JR Negishi Line. Para acceder al barrio, como veis en la fotografía, hay cuatro inmensas puertas,cada uno con el nombre de un punto cardinal.Dentro de este area,las actividades son principalmente comerciales:mucha tienda, mucho restaurante y curiosamente pocos hoteles.Y tampoco muchos templos,la verdad sea dicha:los más reseñables el Kanteibyo (el pobre ha sido destruido varias veces por bombardeos, terremotos, rayos e incendios) y el Ma Zhu Miao, dedicado a la diosa de los marineros.

El que se acerca a Chinatown viene principalmente a degustar alguna de las delicatessen con la que nos obsequian sus más de 400 restaurantes.Si bien antes comentaba que en general los precios me parecieron elevados,también es verdad que hay bastantes restaurantes que ofrecen buffet a precio fijo y menús degustación mucho más asequibles que os acercarán a la comida china de verdad,no la de esos restaurantes chinos que tenemos en España tan amoldados al gusto del occidental. Nosotras creo que al final pagamos como unos 15 euros por cabeza por la comida.Lo mejor es que te salgas de la calle principal:los restaurantes escondidos en los callejones son igual de buenos pero bastante más baratos.

Para lo que también interesa Chinatown es para comprar algún souvenir,ya que en ese aspecto en las tiendas sí que vas a encontrar muchas gangas.Desde palillos a peluches panda, especias de todo tipo, pijamas, bolsos, ropa para niños y mayores y artículos de decoración.No terminar sin comentarte que si vienes aqui a finales de Noviembre, podrás disfrutar de las celebraciones del Año Nuevo Chino.

En total contraposición a Chinatown,el otro punto más visitado de la ciudad y situado en el puerto es precisamente la zona más moderna de Yokohama:el barrio Minato Mira 21,un inmenso area recreativa plagada de centros comerciales,centros de convenciones, restaurantes, hoteles y entretenimiento de todo tipo y condición.

Aquí se encuentra también la Landmark Tower,que con sus 296 metros,ha sido durante muchos años el rascacielos más alto de Japon.Tiene en el piso 69 el Sky Garden, un observatorio que te obsequia vistas de toda la ciudad previo pago de 1000 yenes.A sus pies tienes el Landmark’s Plaza Queen’s Square,un centro comercial enorme por el que estuvimos deambulando mientras esperábamos a ver si escampaba.Cerca hay otros dos grandes centros comerciales, World Porters y Red Brick Warehouses.

HPIM1061.JPG

No muy lejos se encuentra el futurista Parque de Atracciones Cosmo World,con una noria gigantesca (112 metros de altura) que destaca en el horizonte de Yokohama,aunque cuando nosotras lo visitamos, como llovía tantísimo,la mayor parte de las atracciones estaban cerradas.

También estaba cerrado al público el Nippon Maru,un antiguo barco de 1930 que normalmente acepta visitas,por lo que parecía que el día no estaba siendo muy fructífero.En esta zona tienes además varios museos,el Museo del Puerto de Yokohama, el Museo Industrial Mitsubishi Minatomirai,el Museo de Arte de Yokohama y el más curioso de todos,el Cup Noodles Museum,dedicado al plato favorito de los japoneses,el ramen. Para llegar hasta aquí,lo mejor es que vayas hasta las estaciones de Minato Mirai o Sakuragicho.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.