Hasta hace muy poco tiempo, Siria era uno de los países más estables del mundo árabe, totalmente abierto al turismo, fácil para el viajero a la hora de recorrerlo por tu cuenta, barato y con un patrimonio histórico y cultural inigualable. Sin embargo, hoy en día Siria languidece bajo una guerra civil que ha dejado miles de muertos, que ha destrozado ruinas arqueológicas insustituibles y que ha espantado a los visitantes extranjeros. La debacle de una nación masacrada por los intereses políticos. Por ello, ahora que por desgracia el país mediterráneo se encuentra de total actualidad, es buen momento para recordar a la Siria de no hace tanto, esa que una de nuestras mejores escritoras, Rosa Regás, recorrió sin inconveniente ninguno pese a ser mujer y que durante tantos años enamoró a un sin fin de aventureros.

Pese a que Siria en la teoría era un país laico, Rosa Regás vivió de primera mano la religiosidad entre sus habitantes, pese a que ellos la viven más como una tradición que como un rito. Visitó mezquitas y contempló en su interior las costumbres islámicas, para descubrir al mismo tiempo que contrariamente a lo que se piensa, las mujeres sirias gozaban de una libertad similar a las de las occidentales. Quizás ello era aún más palpable en Damasco, la capital donde comienza su viaje, una ciudad caótica donde orientarse es una utopía. Allí, Rosa conocerá a un matrimonio formado por un sirio y una española que la ayudarán en su itinerario, la acompañarán en algunas de sus visitas y la permitirán ponerse en contacto con muchas familias locales. Con algunos de sus miembros, Rosa Regás intentará conocer un poco mejor el pasado político, tumultuoso y cambiante, de una nación que siempre se ha mantenido con un pie en Occidente y otro en Oriente y que ha tenido que sufrir las colonizaciones y abusos de Francia y Reino Unido.

Siria no es un país muy grande, unos 400 kilómetros de punta a punta, lo que ayudó a nuestra intrépida protagonista a poder recorrerlo con calma contratando un chófer, Setrak, que la llevó por algunos de los rincones más escondidos del país y los que mejor han sabido conservar las tradiciones sirias. Desde Lataquia (la ciudad más francesa de Siria) a Ugarit, Palmira o Alepo, esta última con más de 300 mezquitas, ciudades que aún conservan multitud de restos de civilizaciones pasadas, algunas con cuatro y cinco mil años de antigüedad, Rosa Regás viajará en coche por carreteras perdidas entre valles y campos de trigo. Se adentrará en zocos donde no llega la luz del sol, en callejuelas que huelen a especias y almizcle, hoteles míticos como el Barón, en teterías donde el tiempo no corre, en museos, palacios y medersas, mientras conversa con unos y con otros, nos descubre una gastronomía exquisita cuyos ingredientes estrella son las aceitunas y se ve envuelta en los festejos populares, cuando las calles se ven inundadas de risas y alegría. Un panorama muy diferente al que vive Siria estos últimos meses, cuyos habitantes se recluyen en sus hogares ante el miedo de caer bajo el fuego cruzado entre unos y otros. Un país que ha perdido la sonrisa ante el beneplácito de la comunidad internacional, que no mueve un dedo para frenar esta catástrofe humanitaria y cultural.

2 comentarios

  1. Fue el primer libro que leí de Rosa Regas, el año de su primera edición, me inspiró unas ganas tremendas de viajar a Siria, por motivos económicos nunca pude ir; ahora pienso en ese paisaje, su paisanaje tan interesante y bien presentado por la autora. Que destrucción tan tremenda, una generación que solo ha conocido un mundo gris, esto tiene que terminar. Me gustaría ayudar a reconstruir este país, creo que desde occidente tenemos una gran deuda con el pueblo sirio. Que bello país ………..

  2. Antonio muchas gracias por tu comentario. Me ocurre como a tí: durante años planeé ir y ahora es imposible. Una lástima lo que está ocurriendo allí y que nadie ponga freno, sobre todo sabiendo que la guerra gira en torno a los intereses internacionales de las grandes potencias…

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.