Tras los pasos de Dracula» relata el viaje que el periodista Fernando Martínez Laínez realizó por Rumanía persiguiendo la estela de Vlad Tepes.Un personaje mítico que a mí también me empujó a escoger Transilvania como destino de vacaciones este año pero que en la realidad poco tiene que ver con el famoso Dracula de Bram Stoker (si quereis ver una película que realmente es fiel al personaje histórico,ahí tenéis la estupenda «Vlad»).Laínez no sólo se centra en los «puntos calientes» transilvanos (Sighisoara, Brasov, Bran,la ruta de las iglesias sajonas…) sino que también analiza los posos dejados en la sociedad rumana por años de dictadura comunista y describe concienzudamente cuál es el modo de vida en la Rumanía rural, aún lealmente anclada a sus antiguas tradiciones.Persiguiendo con rigor histórico las gestas de los príncipes de Valaquia, las guerras con los otomanos y la poderosa influencia que entre la población aún sigue conservando la iglesia ortodoxa, «Tras los pasos de Dracula» es el mejor acercamiento que puedes tener a la figura de Tepes, un aristócrata que fue famoso en el mundo entero por los niveles de crueldad a los que llegaba no sólo con sus prisioneros sino también con sus súbditos (aunque siento decepcionaros,los empalamientos no fueron un invento suyo,los turcos ya eran expertos en ese tipo de castigos) pero que,sin embargo,en Rumanía es considerado un heroe nacional que defendió los intereses nacionales frente a la avaricia de los comerciantes alemanes que en el siglo XV monopolizaban la economía transilvana (Transilvania es la única parte de Rumanía que conserva intactas sus influencias germánicas).Una región misteriosa y siniestra,con el handicap de contar con uno de los paisajes más bellos de Europa (los montes Cárpatos,donde los osos campan a sus anchas e incluso bajan a las ciudades al anochecer) y cuyo centro neurálgico se sitúa en la bella Sighisoara,única ciudadela medieval de Europa aún habitada.
2017-01-11
